Uno de los picos más altos fue la Octava División, que ganó, gustó y goleó por 3-0. El entrenador es Julián Kmet, que analizó la performance de sus dirigidos: “Jugamos bien. Los chicos hicieron todo lo que se les pidió. Estamos contentos”.
El partido tuvo una parte inicial en la que el Granate desempeñó un fútbol a toda orquesta, para sacar una ventaja tranquilizadora de dos goles. En esa sintonía, el ex volante se expresó sobre cómo manejó esa diferencia tanto en el entretiempo como en la etapa complementaria: “Te podés relajar un poco porque son chicos. Uno está para guiarlos y aconsejarlos. Sabíamos que Banfield tenía que atacar, porque en el primer tiempo jugó con un 4-4-2 y nos estuvo esperando. Creamos muchas situaciones de gol y convertimos bastantes”.
La 2006 tiene varios puntos destacados. A la hora de pensar en el buen pasar que están viviendo argumentó: “Arranqué con ellos hace cinco o seis años. Es muy buena categoría, con un potencial tremendo. Hay cinco o seis jugadores que se acoplan bárbaro. Lo grupal también acompaña y eso sirve mucho”.
Una de las figuras en la victoria se llamó Thiago Laplace, que ocupó una posición distinta a la de él. Al respecto, Kmet sostuvo: “Tiene una gran técnica y cumplió con creces. Actuó en un puesto, como carrilero por izquierda, que no es el suyo”.
Cuando se ven los resultados, que la institución lleva a lo largo de los años, la formación de jóvenes proyectos es la clave para pensar en los éxitos. En esa línea, el técnico sentenció cuál es la receta según su óptica: “Todo el trabajo de fútbol infantil y juvenil”.
La última presentación, en Guidi y Cabrero, mostró la algarabía de la Novena División, que ganó por 1-0. El director técnico, Leandro Escudero, analizó el duelo: “Disfrutamos mucho de esta victoria. En el desarrollo del partido fuimos superiores y pudimos hacer la ventaja. Con el correr de los minutos, quizás al no poder agrandar el marcador, los chicos manejaron el resultado. Banfield nos sacó un poco la pelota, por momentos tuvo la posesión, pero nunca nos generó peligro”.
Con un dibujo táctico distinto al que se usa habitualmente, “Pichi” Escudero ahondó en los detalles de su plan de juego: “Más que un sistema, en Lanús tenemos una idea: tratar bien el balón, con salidas prolijas. Si bien la mayoría de las divisionales juegan 4-3-3, al tener a Matías Iglesias que es enganche natural invertimos ese triángulo en mitad de cancha. No siempre debe ser así. Esto depende del rival, del momento del encuentro, de los compañeros. A veces puede ser con dos internos y un enganche o con un volante central y dos mediocampistas por dentro. No varía demasiado". Y finalizó: "El sistema es para la defensa. Queremos movimientos para que se rompa ese esquema. Lo más importante es tener la posesión para que los volantes puedan ganar las espaldas. Así se pueden conectar con los delanteros. En el primer tiempo pudimos conectar defensa con volantes, y estos con el ataque. A pesar de que no pudimos ampliar el tanteador me gustó".
