Armó las maletas con todo lo necesario para guardarse en la tranquilidad y buscar la mejor puesta a punto. Con el objetivo de someterse a la dura, y necesaria, etapa de acondicionamiento, Lanús se trasladó, en la mañana del miércoles, hasta la localidad de Open Door para realizar dos semanas de pretemporada en el Hotel Polo & Resort.
La tripulación de Guillermo Barros Schelotto trabaja en este predio hasta el 21 de enero, repitiendo la locación de los anteriores recesos. En cuanto a las especificidades del trabajo, en esta oportunidad el cuerpo técnico modificó la estructura habitual de tres turnos e ideó cuatro estímulos.
A partir de esta nueva iniciativa, el plantel comienza la tarea bien temprano, a las ocho, con trabajos de fuerza y potencia, que suele incluir ejercicios en el arenero y pista de atletismo. Al cabo de una hora, los players disponen de quince minutos de descanso y la acción cambia de escenario hacia el campo de juego, donde los entrenadores ejecutan trabajos técnicos-tácticos y fijación de conceptos. De esa manera, alrededor de las 10.20 finaliza la primera parte, para dar paso al descanso, almuerzo incluido.
A la tarde se retoma la actividad a las cinco, con otra sesión con pelota y coordinación de movimientos. Nuevamente al cabo de una hora, el plantel cuenta con quince minutos de hidratación y se presta a otro estímulo con Javier Valdecantos con tareas aeróbicas, para finalizar cerca de las 19.15.
Esta metodología se repetirá todos los días, con excepción de los miércoles 14 y 21 que se liberará la faena de la tarde y de los domingos 11 y 18, en los cuales el plantel será licenciado por completo.
En cuanto a la oportuna disputa de los amistosos, Lanús ya posee cuatro juegos programados, que serán frente a Huracán el 26 de enero, con Arsenal el 28, ante Temperley el 3 de febrero y para cerrar contra Gimnasia y Esgrima La Plata el 6.