Finalista y en la Libertadores

Lanús cumplió su primer objetivo con una actuación no tan brillosa pero sí muy convincente. Aldosivi de Mar del Plata pudo plantar bandera en La Fortaleza y obstaculizó los pasajes por los que el Granate crece habitualmente, aunque de todas formas encontró las llaves para abrir el cofre de la victoria.
 
Al conjunto de Jorge Almirón le costó demasiado sortear la primera línea de presión de Aldosivi, que se paró en el mediocampo y buscó presionar cerca del área de Fernando Monetti. Pero pese a esta circunstancia, pocas fueron las chances nítidas generadas por la visita, de poca jerarquía en la faz ofensiva.
 
A Lanús también le costó generar peligro en el primer tiempo, aunque poco a poco comenzó a construir virtudes interesantes. Ante un marco en el que la paridad reina, a veces una pelota detenida puede traer soluciones ciertas. Sin embargo, en ese rubro el cuadro marplatense también se mostró sólido y despejó siempre el peligro.
 
El Laucha Acosta estaba maniatado, Pablo Mouche no hallaba su lugar y Miguel Almirón no podía desenvolver todos sus recursos ofensivos. El elenco del Sur bonaerense había caído en la telaraña propuesta por Fernando Quiroz. Y cuando el panorama se antoja difícil de descifrar, es cuando aquellos que piensan más y mejor deben entrar en la escenografía principal.
 
Román Martínez destrabó las gargantas de los casi 30 mil granates que se acercaron al estadio para ver al mejor equipo del campeonato de primera división. Sucedió lo lógico de este juego: Lanús se acomodó con la ventaja y disfrutó de mayor solvencia a partir de la expulsión de Gastón Díaz, lateral derecho de Aldosivi. Con la última línea averiada en una de sus patas, el Grana justificó su victoria.
 
La inclusión del Bicho Aguirre le trajo más dinámica a la medular, y el paraguayo Almirón disfrutó de mayor libertad para tomar responsabilidades dentro del área. Entusiasmado por el marco del encuentro, la clásica concatenación de toques empezó a aparecer y así nació el gol que sentenció el cotejo. Un centro del ex volante de Arsenal y el pecho de José Sand desató la algarabía en Arias y Guidi.
 
Lanús está clasificado a la próxima Copa Libertadores de América. Tiene un lugar asegurado en la finalísima del certamen y se sabe el mejor equipo del torneo (en el aspecto estadístico, al menos). Pero esto es solo pasado lamentablemente, la tarea no está hecha. Godoy Cruz o San Lorenzo se avecinan como el último escollo a superar.

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