Lanús demostró frente a Boca Juniors DE Qué material está hecho un verdadero campeón. Un dos veces campeón. El equipo de Jorge Almirón impuso su autoridad en la noche de La Fortaleza y exitinguió las ilusiones de un rival con mucha jerarquía. Al menos en el aspecto individual, porque en el colectivo aún debe recorrer un largo trecho para ser competitivo en el sentido literal de la palabra.
El primer tiempo arrojó un desarrollo sumamente parejo. Lanús se apoyó mucho en Ciro Rius para generar peligro. De todas formas, el ex delantero de Defensa y Justicia volvió a caer en las telarañas de la imprecisión. Sí se celebró la buena circulación de pelota, con clarividencia y sabiduría para mover el esférico.
El aparato defensivo funcionó a la perfección, con Diego Braghieri como líder espiritual por antonomasia. Santiago Zurbriggen se acomodó y no desentonó, funcionando como una buena rueda de auxilio para el santafecino. En la medular, fue Iván Marcone quien asumió el rol de figura. Como siempre, fue una escoba: no dejó nada sin limpiar y siempre distribuyó bien. Miguel Almirón, otra vez, tuvo un nivel notable. Aunque lo mejor del equipo se observó con el ingreso de Marcelino Moreno.
Con el juvenil, Lanús encontró el chispazo que necesitaba en los últimos metros. Y en un desborde suyo contra la línea de fondo nació la apertura del marcador. Guillermo Barros Schelotto encontró algunas soluciones para el Xeneize con los ingresos de Walter Bou y Ricardo Centurión. No obstante, el encuentro ya estaba pronto a terminar. Lanús se abroqueló en el tramo final del terreno y consiguió tres puntos trascendentes.
Inicio satisfactorio: Lanús despachó a Boca
