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MANO A MANO CON ALBERTO LIZARRAGA

Se escuchaban gritos eufóricos desde el vestuario local. Es que la Quinta División del Club Atlético Lanús acababa de derrotar a Boca Juniors por un categórico 3 a 0, que le sirvió para afianzarse en la cima de la tabla de posiciones. Bajo este cálido ambiente, el vicepresidente del fútbol amateur granate, Alberto «Beto» Lizarraga, aceptó la charla con «Soy Granate».
-Actualmente se está realizando una campaña fenomenal en el fútbol juvenil de Lanús. ¿Por qué el club ha crecido tanto en este sentido?
-El club ha crecido por un trabajo mancomunado de la dirigencia, de la gente que viene a colaborar ad-honorem día a día, y los frutos se ven por decantación, como en algún momento dijo el presidente (Alejandro Marón) en lo deportivo.
-¿Cuánta gente hay trabajando en el fútbol amateur?
-En el fútbol amateur tenemos 25 integrantes que trabajan totalmente ad-honorem y que vienen todos los días a colaborar en los distintos lugares del departamento.
-¿Influye mucho el hecho de no cobrar por trabajar?
-Nosotros creemos exactamente en ese modelo, nosotros estamos en contra del modelo privatista, que gerencie sectores del club y es fundamental la colaboración del socio por los colores del club.
-Este desarrollo se nota cada vez más cuando los chicos llegan a Primera División, ¿creían hace diez años que esto iba a ser posible?
-En realidad ya venimos trabajando desde hace quince años con este plan elaborado y hecho una realidad hoy por hoy. Quizás había algunos locos que creían muchísimo en este presente…
-Y por lo visto se les está dando la razón…
-Creo que sí, porque actualmente lo que esos locos pensaron hoy es una realidad, todo producto de ese trabajo.
-¿De qué manera se trabaja en el proceso de selección de jugadores para que jueguen en Lanús, tanto en la zona metropolitana como en el interior del país?
Nosotros tenemos gente que está viendo constantemente a los jugadores, a los clubes, en las ciudades del país que van y visitan. Los coordinadores Roberto Puppo y Ariel Paolorrosi están al mando de todos los profesores y son los que visitan clubes en distintas partes del interior del país, donde se realizan pruebas y traemos chicos salidos de esas pruebas para tratar de cerrar el concepto que teníamos de algunos, y también tratándonos constantemente con los clubes de baby de Buenos Aires. Tenemos una relación muy fluida con los clubes tanto de Capital y Gran Buenos Aires como del interior.
-La nueva hotelería del club, ¿Sirve como incentivo para que los chicos del interior quieran venir a jugar y formarse?
-Sin dudas, hoy tenemos una pensión cinco estrellas que también soñábamos en algún tiempo y ya es una realidad, y eso motiva a cualquiera.
-¿Qué cara pone un chico cuando ve el lujo tremendo que tiene en las habitaciones?
-Primeramente de sorpresa, de alegría, tenemos que pensar que a veces hay chicos que por su lugar de procedencia o condición social, vienen de ámbitos muy complicados, muy pobres de la República Argentina y llegar a un lugar así es algo inimaginado para ellos
-Eso los motiva mucho, ¿no?
-Eso los motiva y los ayuda, haciendo que el día a día que tengan dentro de la pensión sea lo ideal.
-¿Cómo se maneja la institución con respecto a la educación de los chicos?
-Nosotros tenemos un grupo psicológico, que está a cargo de las asistentes sociales, que son las que se encargan de llevar el control de las notas de los chicos. Primeramente nos tenemos que fijar que todos los chicos de la pensión estudien, porque es obligatorio estudiar para obtener la beca de pensión. Entonces, los chicos van a las escuelas que están alrededor de la zona del club, las asistentes controlan las notas y las faltas, por lo que nosotros estamos informados día a día.

-¿Qué pasa cuando los chicos no rinden en la escuela?
-Hay que tener muy en cuenta que hay quizás chicos que no rinden por dos razones: una puede ser que se tiren un poquito a vagos y no hagan lo que corresponde, más que nada el primer año, que es de adaptación, y hay otro grupo de chicos que vienen de una realidad distinta donde la educación en el interior del país lamentablemente es un poco menor que lo que es el ritmo acá en Buenos Aires, entonces les cuesta muchísimo esa adaptación. En ese caso nosotros les ponemos profesores de apoyo en la pensión todos los días, durante toda la tarde, para distintas materias, y las asistentes sociales evalúan esta situación y las derivan a los profesores particulares.
-Cuando llega el fin de año sabemos que es un momento doloroso para algunos porque les toca quedar libres ¿Cuál es la evaluación que se realiza antes de dejar a un jugador libre?
-Es un momento muy doloroso para nosotros que uno de los chicos, con los que compartimos todo un año entero de trabajo, quede libre, porque es parte de nuestra familia, ya que uno pasa más tiempo acá que en su casa y se encariña muchísimo con los chicos. Primeramente se toma como norma el tema deportivo. Los coordinadores, consensuados con los técnicos de cada categoría, giran una lista en la cual van a estar los jugadores libres, y que es revisada por los dirigentes del fútbol amateur, y luego enviada a Comisión Directiva para que esta sea revisada y autorizada.
-¿Y a la hora de decírselo al chico?
-Es un momento durísimo, seguramente están presentes uno o dos directivos del departamento, como el presidente Fabián Soubeste, pero el objetivo para ellos sigue siendo el mismo, que es jugar en Primera, así que si no se da en nuestro club, quizás se le puede llegar a dar en otro club, eso es lo que siempre le decimos a los chicos.
-En la actualidad hubo muchos casos de «robo» de jugadores por parte de clubes tanto nacionales como extranjeros, ¿De qué modo Lanús se protege de esta situación?
-El tema del robo de jugadores es urticante, especialmente con las idas y venidas que hubo con el club Boca Juniors, con el caso testigo de Matías Blanco, categoría 91. En ese sentido el club ha tomado muchas medidas en las que fue precursor. Una de estas consiste en realizar contratos pre-profesionales a varios jugadores distintos de lo que es el fútbol juvenil, los cuales nos resguardan de tener cualquier inconveniente de robo de jugadores.
-También es sabido que vienen a la cancha representantes pagos para que vengan a ver a los jugadores y convencerlos de que se vayan a otro club. ¿Cómo se arregla este problema?
-Solamente legislando algo nuevo en AFA para solucionarlo de raíz. Pero nosotros tenemos mucho control con respecto a lo que son los representantes que entran, y aparte el Club Lanús está invirtiendo muchísimo en el fútbol amateur, no sólo en los contratos sino también en viáticos, en comidas, en viajes, como para que el chico tenga un bienestar en el club y no vea otro club como un oasis que en realidad no lo son, porque hay clubes, como River o como Boca, en los cuales los chicos tienen otras expectativas de llegar a Primera. Es un embudo mucho más chico que el de Lanús y ni siquiera tienen la vidriera que tiene Lanús hoy.
-¿Cuánto invierte Lanús en el fútbol amateur?
-Es muchísima, estamos gastando el triple que hace un año atrás. Por lo menos, en los 100.000 pesos por mes.

-¿Qué es más importante, la obtención de resultados positivos o la formación futbolística de los chicos?
-Para nosotros, sin lugar a dudas, es mucho más importante la formación integral de los chicos, tanto deportiva como social. Y no así los resultados, porque eso tiene que ver en Primera. Acá no hay presión para eso, porque el objetivo de Lanús es muy claro: formar personas, jugadores y ganar campeonatos pero en Primera
-¿Cómo es la pretemporada de un plantel de fútbol amateur?
-Por lo general nosotros vamos a Chapadmalal, tres o cuatro divisiones primero y después van las otras tres o dos que restan. Se lo trata de hacer lo más profesional posible, como la pretemporada de Primera, ellos tienen su lugar, su hotel, en el cual están alojados diez días, y realizan doble o triple turno, según lo que disponga el profe, tienen un día de descanso. Están pura y exclusivamente para trabajar y desarrollar físicamente lo que va a ser el año
-No sólo el club forma jugadores, sino que también hace lo propio con los entrenadores, ¿Por qué se da esto?
-Justamente porque es parte del proyecto. El año pasado quedaron dos lugares de técnicos vacantes en fútbol juvenil, y lo primero que pensamos fue en que subieran dos profes del fútbol infantil, porque sino no estaríamos siendo consecuentes con nuestro trabajo. Acá el plan de trabajo que nosotros tenemos es ese: promover chicos a Primera, pero también técnicos, y la mejor manera es empezando por el fútbol infantil y juvenil, y si Dios quiere el día de mañana, pasar al profesional como pasó con Ramón Cabrero y Luis Zubeldía.

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