Como primera medida, el preparador físico Diego Ossés diagramó tareas en el área del gimnasio. Dentro de ese ámbito, los futbolistas completaron una hora de trabajos de fuerza regenerativa y movilidad particular.
Luego de esa propuesta, la plantilla se trasladó al siempre cuidado césped de las canchas cuatro y cinco del Polideportivo Lorenzo Francisco D´Ángelo. Una vez en el campo, el Granate llevó a cabo 15 minutos de un ejercicio de posesión de la pelota, dentro de un área delimitada, con el objetivo de aceitar movimientos y conceptos.
Para finalizar la intensa mañana, el cuerpo técnico dispuso de un trabajo de recuperación del esférico, que se realizó en dos módulos, por un lado en formato grupal y por el otro de manera individual. Esta tarea persiguió la meta de elevar los valores y volúmenes de trabajo de ciertos jugadores, a partir del monitoreo que se realiza cotidianamente con los dispositivos GPS.