Acomodó sus maletas con todo lo necesario y culminó su preparación, ahora solo resta aguardar por el pitazo inicial. El plantel de Lanús trabajó el miércoles, a la mañana, en Arias y Guidi, en el marco de su última práctica previa al estreno en la Copa Libertadores, que sucederá el jueves, a las 21, ante Nacional de Uruguay, como local.
El Granate se hospedó en el Sheraton Libertador, de Capital Federal, después de almorzar en el comedor de fútbol amateur y con veinte jugadores descansará para el pleito copero.
La jornada comenzó con un calentamiento con un rondo, de posesión de balón. Luego surgió en escena la propuesta de la mañana, basada en diferentes sets lúdicos. De esta manera, el cuerpo técnico dividió a la plantilla en cuatro grupos de seis jugadores y diagramó cuatro espacios, que tenían cada uno un arco pequeño. Con diversas consignas como juegos de relevos con el esférico por el aire o consecuciones de cabezazos, aquel bando que convertía dos tantos ganaba la ronda y generaba que el resto debiera pagar con una acción física. Siempre con el objetivo de generar recreación y estimulación de fibras rápidas.
En la continuidad de la práctica, se instalaron dos canchas de fútbol-tenis, así como un área para ensayar tiros libres. Por último, los seis futbolistas de campo que no ingresaron en la lista de concentrados realizaron un ejercicio de resistencia en velocidad con pelota, para el cual ejecutaron un circuito de pases, centros y definiciones. Asimismo, este grupo también se dispuso a un enfrentamiento de tres versus tres dentro del área para terminar con remates.
El técnico brindó su habitual conferencia de prensa tras el entrenamiento y no confirmó la alineación titular, ya que sostuvo: “Tengo una duda que cambiaría la estructura del equipo, así que no la hemos definido aún. Hemos trabajado con las dos situaciones posibles”.
El Granate se hospedó en el Sheraton Libertador, de Capital Federal, después de almorzar en el comedor de fútbol amateur y con veinte jugadores descansará para el pleito copero.
La jornada comenzó con un calentamiento con un rondo, de posesión de balón. Luego surgió en escena la propuesta de la mañana, basada en diferentes sets lúdicos. De esta manera, el cuerpo técnico dividió a la plantilla en cuatro grupos de seis jugadores y diagramó cuatro espacios, que tenían cada uno un arco pequeño. Con diversas consignas como juegos de relevos con el esférico por el aire o consecuciones de cabezazos, aquel bando que convertía dos tantos ganaba la ronda y generaba que el resto debiera pagar con una acción física. Siempre con el objetivo de generar recreación y estimulación de fibras rápidas.
En la continuidad de la práctica, se instalaron dos canchas de fútbol-tenis, así como un área para ensayar tiros libres. Por último, los seis futbolistas de campo que no ingresaron en la lista de concentrados realizaron un ejercicio de resistencia en velocidad con pelota, para el cual ejecutaron un circuito de pases, centros y definiciones. Asimismo, este grupo también se dispuso a un enfrentamiento de tres versus tres dentro del área para terminar con remates.
El técnico brindó su habitual conferencia de prensa tras el entrenamiento y no confirmó la alineación titular, ya que sostuvo: “Tengo una duda que cambiaría la estructura del equipo, así que no la hemos definido aún. Hemos trabajado con las dos situaciones posibles”.
En cuanto a la expectación por el inicio en la copa, Almirón detalló: “Va a ser mi primer partido de Libertadores, así que esperamos representar bien a Lanús. Es un compromiso duro porque ellos tienen un buen plantel, de hecho el mejor para mí de Uruguay, así que lo afrontaremos con toda la seriedad y respeto que se merece”.
