Lo espera un desafío magno con el destino, que le permitiría bordar una nueva estrella en su escudo, por eso maximiza sus sentidos para arribar en óptimas condiciones.
Lanús inició la semana de trabajo este lunes, en el polideportivo de Arias y Guidi, después de su expendición trasandina para disputar dos amistosos con Colo Colo y Everton.
La tripulación de Jorge Almirón activó todos los preparativos para aterrizar a La Plata con su mejor forma posible, donde puganará por la Supercopa Argentina ante River Plate.
La jornada comenzó en el gimnasio, con un circuito intenso planificado por el preparador físico Diego Ossés, que se extendió por 45 minutos. En esta propuesta se trabajó la resistencia y fuerza del tren superior, zona media y zona inferior.
Luego de esa faena, el plantel se trasladó a las canchas cuatro y cinco para arrancar con un ejercicio de posesión de balón, en el que se enfrentaron dos elencos de once, en una mitad de cancha. Después, el cuerpo técnico achicó el espacio para continuar con la tenencia de la pelota, ahora con dos combinados de siete futbolistas, uno que actuó como comodín y ocho compañeros que oficiaron de apoyo detrás de las líneas.
Como último estímulo, el entrenador diseñó un ejercico táctico, por lo cual se dividió al plantel en dos mitades del campo. En uno de esos sectores se mecanizó movimientos de la defensa, principalemente en la salida; en tanto que en el terreno antagónico se ajustó maniobras de ataque con superioridad numérica.
El defensor Santiago Zurbriggen continúa con la recuperación del desgarro en el bíceps femoral derecho, por lo cual trotó alrededor de las canchas con el kinesiólogo Nicolás Riscossa. Asimismo, Fernando Monetti sigue con la rehabilitación de la rotura de ligamentos de su rodilla derecha.
El Granate de nuevo en casa
