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Historia

Cien años de gloria

En los primeros días de 1915 se produce un acontecimiento de relevancia en la por entonces localidad de Lanús. El 3 de enero un núcleo de vecinos se reúne en asamblea en el Club del Progreso (José C. Paz 1142, actual avenida 9 de Julio)“ con el objeto de fundar una institución de ejercicios físicos” y contribuir “al desarrollo constante del pueblo”. Entre los deportes que proyectan practicar se encuentra el fútbol pero también otros tales como el tenis, cricket, aviación, tiro al blanco, hípica, pelota, ciclismo, natación, gimnasia y esgrima.

Siete días después del acto fundacional se constituye la primera comisión directiva que consagra a Miguel Usaray como presidente, quien “promete llevar a la institución por el camino del éxito”.

En los días sucesivos se procede a la elección del nombre y los colores. El 21 de enero de 1915 los fundadores señalan que el nombre escogido inicialmente era Club Atlético de Lanús, pero consideran adecuado suprimir la preposición «de». Asimismo, descartan el nombre Lanús Atlético, al aprobarse por mayoría de votos que la institución quedaría denominada como Club Atlético Lanús.

La elección de los colores se lleva a cabo a poco más de un mes de la fundación. En febrero de 1915 Carlos Pointis “presenta los dibujos de una camiseta roja con cuellos y puños blancos, y el señor Messeguer otra con la bandera roja con discos blancos y el monograma del club también en fondo blanco”. Esta propuesta es objetada ya que el rojo es proclive a desteñirse y puede manchar el blanco dando un mal aspecto a la indumentaria del equipo. “Con estas aclaraciones se aprueban provisoriamente los colores rojo y blanco para las camisetas y la bandera, suprimiéndole los discos blancos y agregándole una franja de este color alrededor”.

Dos meses después aparece la primera mención al color granate como representativo de la institución. A fines de abril de 1915 se solicita la compra de “una docena de camisetas blancas pues los jugadores del Club Independiente usan camisetas color grana, como las de Lanús” .En mayo, al tratarse el distintivo de la comisión directiva se encarga la confección de escarapelas granates con un botón blanco.

En el primer semestre de 1915 el club cuenta con 462 socios, produciéndose una pronta baja de 147 de ellos. La disminución de la masa societaria continúa acentuándose hasta llegar a 247 para fines de 1915, distribuidos en las siguientes categorías: 18 socios de mérito, 32 protectores, 150 activos, 41 cadetes y 6 socias (las primeras socias fueron María Galarza, María Damonte, Elsa García, y la niña Haydeé Gazcón).

Más allá de la vida deportiva, la principal actividad emprendida por los directivos y socios del Club Lanús fue la organización de los festejos patrios del 9 de julio de 1915. Para ello, se organiza un concurso de rondas escolares y se coopera con otras instituciones locales en la diagramación del evento. La importante misión social del Club Lanús desde su fundación se ve reflejada, por ejemplo, en la cesión de la cancha a los estudiantes del Colegio Nacional Sud para realizar ejercicios deportivos o en la organización de un partido amistoso entre la tercera división y el Club Picaflor, enteramente a beneficio del cuartel de Bomberos Voluntarios local.

Lanús inicia sus prácticas deportivas arrendando un terreno ubicado en Margarita Weild y Deheza, propiedad del vecino Bautista Rossi, cuyo alquiler es costeado gracias a un subsidio de la Compañía de Tranvías Lanús-Avellaneda. Antes de alquilar este terreno los dirigentes evaluaron otras alternativas. Una de las posibles canchas, de dos o tres manzanas de extensión, se hallaba sobre la calle Pavón y era propiedad de la familia Martínez de Hoz. Esta opción fue desechada ya que en un futuro sus propietarios podrían reclamar las tierras y se buscaba alquilar un terreno que pudiese ser comprado.

En enero de 1915 se inicia la construcción de una tribuna con una capacidad para 200 personas. También se compra una casilla, utilizada para el vestuario de los jugadores y el guardado de los objetos de juego. La posesión de esta infraestructura elemental era un requisito clave al momento de obtener la afiliación del club ante la Asociación Argentina de Football.

En los siguientes meses se coloca en el campo de deportes un puesto de bebidas, frutas y churrascos; se instala un molino; y se implementa en la casilla un sistema de iluminación con lámparas a nafta. Estas mejoras aún no son acompañadas por un saneamiento de los caminos de acceso a la cancha que en los días de lluvia se vuelven realmente intransitables, generando múltiples reclamos por parte de los jugadores rivales.

Durante todo el mes de abril de 1915 se discute la organización de la fiesta de inauguración del campo de deportes, para la cual se programa un partido amistoso entre la primera división de Racing Club y la intermedia de Lanús. La subcomisión de Fiestas propone la participación de la banda de marinería o de la policía de la capital y, como espectáculo de gran atracción, se pensó en incorporar un número de aviación que finalmente fue suspendido por razones económicas.

La afiliación del Club Atlético Lanús a la Asociación Argentina de Football se realiza a fines de enero de 1915 con la inscripción de las divisiones intermedia, segunda, tercera, cuarta y quinta. Por entonces se conocía como intermedia a la segunda división del fútbol amateur, denominación que se mantiene vigente entre los años 1911 y 1926.

Antes de la competencia oficial Lanús disputa partidos amistosos y de práctica. El 21 de marzo se desarrolla un amistoso entre la división intermedia de Lanús y la Sociedad Arte y Sport que, muy probablemente, sea el primer partido de la historia del club.

Próximo al inicio de los partidos oficiales, el 25 de marzo de 1915 las divisiones intermedia y segunda A de Lanús juegan un partido de selección de jugadores. El mismo se interrumpe por el retiro de la segunda A antes de finalizado el tiempo reglamentario, en protesta por un gol que el árbitro anuló luego de haberlo convalidado.

En los primeros encuentros se advierte la dificultad para conformar los equipos ya que, en algunos de ellos, la división intermedia se presentó tan sólo con seis jugadores. Estos partidos de carácter amistoso, además, sirven para evaluar el rendimiento de los jugadores. Por ello, con miras al debut en el torneo se reemplaza al arquero Cuomo, de insatisfactorio rendimiento, por Siciliano.

Según el historiador Néstor Bova, el 11 de abril de 1915 Lanús juega su primer partido oficial, en condición de visitante, frente al Club Atlético Buenos Aires de la Isla Maciel. En este encuentro Lanús es derrotado por 3 a 1 y el gol lo convierte Emilio Malespada.

A mediados de 1915 renuncia el presidente Miguel Usaray y es electo en su lugar Francisco Galarza, quien no es apreciado por muchos de los futbolistas. Los jugadores de las divisiones intermedia, segunda A y algunos integrantes de la tercera, manifiestan su disconformidad declarando el cese de actividades hasta que no se elija un nuevo presidente.

Los jugadores que con mayor énfasis se oponen a la presidencia de Galarza son Malespada, Siciliano, Pescia, Guido, Alberici, Lapeyre y Anglese quienes, en su defensa, argumentan que el malestar provino de la aparente intención de la comisión directiva de fusionar al Club Lanús con el Club del Progreso. Curiosamente, también explican que la enemistad se originó por el desagrado del presidente Galarza hacia los jugadores que usan pañuelo al cuello. Este conflicto culmina con la expulsión de Anglese, Alberici, Pescia y Márquez, integrantes del primer team, que no volverán a vestir la camiseta granate.

Otro aspecto a destacar vinculado a los orígenes del fútbol en el Club Lanús es el de la escasez de recursos económicos de los futbolistas. Esto se torna un verdadero problema en un contexto de fútbol amateur en el que se encontraba prohibido el pago de honorarios a los jugadores, quienes debían ser verdaderos sportsmanque cultivaran su amor por el deporte manteniéndose alejados del afán de lucro.

Sin embargo, este ideal confrontaba con la situación real de muchos de ellos que provenían de familias humildes. En abril de 1915 se compran las camisetas para las distintas divisiones y, en el caso de aquellos que no pudiesen pagarlas, éstos debían presentar una garantía.

Poco después de la compra de los uniformes se implementa el pago de viáticos a los futbolistas para los partidos en condición de visitante. Esto se decide luego de que la segunda división B jugara un partido en la ciudad de La Plata y muchos jugadores no pudieran pagar el pasaje.

El balance futbolístico del primer año de competición del Club Lanús arroja como saldo el cuarto puesto obtenido por la división intermedia; el tercer lugar de las divisiones segunda A y tercera A; el octavo de la tercera B; la disolución de la cuarta y el puesto 5 para la quinta. Es de destacar la segunda colocación obtenida por la segunda B.

El año 1915 se caracteriza por una intensa actividad social y política del Club Lanús así como también por la difusión de la práctica deportiva en una localidad ávida por hallar una institución que canalizara su afán de crecimiento. Más de un siglo después el exitoso presente del club toma mayor dimensión conociendo los esforzados primeros pasos dados por sus dirigentes, socios y deportistas. (*)

Lanús fue uno de los clubes fundadores del profesionalismo. En 1934, año en el que se inauguró la Sede Social, debido a la necesidad de la Asociación de reducir el numero de equipos participantes, debió fusionarse a Talleres de Remedios de Escalada y jugó todo el año vistiendo una camiseta blanca con franja central horizontal granate, que a la postre, sería adoptada como casaca alternativa.

Militó en Primera División hasta 1949, cuando al finalizar último junto con Huracán, debió desigualar para dirimir el descenso. El desempate fue polémico: después de haberse disputado dos partidos con un triunfo para cada equipo, en el tercer encuentro, después de que le fuese sancionado un penal a favor, Huracán decidió abandonar el campo con un score de igualdad en 3. La Asociación, lejos de sancionar la conducta antideportiva del equipo de Parque Patricios, definió que se vuelva a jugar el cotejo. En este cuarto match, el que tomó la postura de dejar el campo es Lanús, después de sentirse perjudicado por el arbitraje cuando no le fue cobrado a favor un claro penal después de ir perdiendo 3 a 2. En este caso, la Asociación optó por dar por finalizado el encuentro y de esa manera, decretar el primer descenso en la historia del Club.

La vuelta a Primera fue mucho más rápida de lo esperado, y así, tras sólo 7 meses, Lanús se consagró campeón del torneo de Primera B de 1950. Con esa misma base, en 1951, ganó la primera rueda del torneo de Primera División, marcando un verdadero hito para la época por tratarse de un equipo recién ascendido. La venta de José Florio al Torino de Italia mermó la capacidad ofensiva del equipo que finalmente terminó quinto. Fue tan relevante la labor de Florio que disputando solamente una rueda terminó segundo en la tabla de goleadores, siendo superado por Vernazza de River Plate con 22 tantos recién en el último cotejo del campeonato.

El 24 de abril de 1955 llegó la primera gran alegría para nuestro Club, se obtiene el Campeonato de la Provincia de Buenos Aires, la Copa Juan Domingo Perón. Un torneo de fútbol no regular, organizado entre la gobernación de la Provincia de Buenos Aires y la Asociación del Fútbol Argentino.

Se desarrolló con un formato de doble eliminación, lo que permitía que los equipos ganadores avanzaran directamente a la siguiente fase, mientras que los perdedores tenían una segunda oportunidad. Lanús en la primera ronda avanza frente a Racing por ventaja deportiva, luego de haber empatado en el encuentro. En segunda fase vence a Estudiantes de La Plata por 2-1, llegando a disputar el partido decisivo de la ronda de ganadores frente a Tigre, dónde se impone por 2-1 y clasificando a la final del certamen. A la definición de la competencia llegaba Estudiantes de La Plata, que nuevamente iba a ser derrotado por 2-1 en el Cilindro de Avellaneda.

En ese mismo año, por el campeonato de Primera División, Lanús ocupó el quinto lugar en la tabla de posiciones. Esa ubicación le permitió participar de la Copa del Atlántico de Clubes, siendo ésta precursora de la Copa Libertadores de América, certámen en el cuál conseguimos llegar hasta las semifinales.

En esos años de protagonismo en el fútbol local, comenzaba a gestarse una línea media que terminaría de conquistar los corazones de propios y ajenos: Nicolás Daponte, Héctor Guidi y José Nazionale, sinónimos de técnica y buen gusto. El subcampeonato de 1956 terminaría por darles un lugar grande en la historia del fútbol argentino con aquel equipo que la prensa inmortalizó con el mote de “Los Globetrotters”, debido a las giras que llevaba a cabo por América y Europa.

El 9 de enero de 1954 se inauguró el gimnasio cubierto, que forma parte de la Sede Social. En 1958, el primer equipo de básquetbol se coronó campeón de Primera División de la Asociación de Buenos Aires, primer logro en un deporte que le daría al Club innumerables satisfacciones. También en esos años se destacó la parte social. Los recordados bailables de los “Night Club”, con las mejores orquestas de la época. Desfilaron por el escenario del flamante gimnasio: Varela-Varelita, D’Arienzo, Pugliese, Aníbal Troilo, los recordados Carnavales con Alberto Mancione y la Orquesta Característica Continental.

Los años siguientes no fueron de los mejores y en 1961, Lanús volvió a descender. Esta vez, la vuelta se prolongó más de lo querido y en recién en 1964 se volvió a gritar campeón. Fue el nacimiento de “Los Albañiles”, Manolo Silva y Bernardo Acosta, hacedores de un fútbol reconocido en tanto por la calidad del juego como por su poderío ofensivo.

Ya de vuelta en Primera, las campañas fueron mejorando con el tiempo y hacia 1967 Lanús finalizó quinto en el Metropolitano. Héctor Minitti, Martín Pando, Silva, Acosta y Juan José De Mario, hacedores de goleadas históricas como en un clásico contra Quilmes, de visitante, en el que Lanús lo derrotó por 7 a 2 con 5 goles de Acosta. El “Baby” finalizaría como goleador del torneo con 25 anotaciones.

En 1968, las semis del Metro quedaron sólo a un paso, y para 1969, el séptimo puesto hizo que desde el viejo mundo pusieran los goles en los Albañiles: fue el Sevilla de España quien se llevó a Acosta por $18.000.000. Un año más tarde, se terminó de desmembrar el equipo con las transferencias de Silva y el joven Ramón Cabrero a Newell’s Old Boys. Lanús lo sintió. La campaña no fue la mejor y en el Reclasificatorio, terminó descendiendo.

En 1971 volvió a Primera, pero la estadía fue una de las más efímeras, que contó además con la peor campaña en Primera División. El equipo, de a poco, reflejaba en la cancha la inestabilidad institucional en la que estaba inmerso en Club. A pesar de ello, en 1974, por gestión del Diputado Nacional y Presidente del Club, Don Lorenzo Francisco D’Ángelo, conjuntamente con el convecino de Lanús, Dr. Alberto Aramouni, y otras personalidades, consiguieron la transferencia gratuita, mediante la Ley Nacional N° 20.846, sobre las tierras ocupadas actualmente con el Complejo Polideportivo, las que suman en total 107.000 metros cuadrados. El proyecto de ley fue presentado en el Congreso Nacional por Lorenzo D’Ángelo, Miguel Ángel Davico, Victorio A. Bellisio, Manuel Molina y Agustín Ávila.

En 1976 conquistó el ascenso a la Primera División tras derrotar a Almirante Brown por 2 a 0 con el viejo Gasometro lleno de Granates como testigos del campeonato. Una vuelta más a Primera para 1977, que parecía ser más prolongada de lo que finalmente fue. La venta de Nanni al Celta de Vigo diezmó a un equipo que se encontraba lejos de la zona del descenso pero que poco a poco comenzó a coquetear con los puestos de riesgo. Hasta la ultima fecha tuvo Lanús la posibilidad de evitar el descenso, pero una inesperada derrota como local ante Rosario Central condenó al Grana a jugar una final con Platense que terminaría pasando a la historia. El cero a cero que se disputó en el Viejo Gasómetro derivó en una definición por penales récord, en la cual Platense resultó ganador. Miguelucci, arquero de Platense, nunca ejecutó su debido remate, hecho inadvertido por el juez y por el comisario deportivo, pero que derivo a la postre en un histórico juicio que el Club le realizó a la AFA solicitando la restitución de la categoría.

Paralelamente, ni el panorama deportivo ni el institucional eran los mejores, y lo que nadie hubiera querido que pase terminó por suceder. Otra vez al Viejo Gasómetro y otra vez dirimir una categoría. Esta vuelta, el rival fue Villa Dálmine y el resultado fue más duro todavía: 0-2 y por primera vez en la historia, Lanús descendía a la Primera C. La estadía en la tercera categoría coincidía con el peor momento institucional de la historia. Cerca de 2000 socios, un Club atestado por los juicios, una deuda de U$S 2.000.000 y un panorama más que complicado por delante.

El amor incondicional de socios, hinchas y toda una ciudad, sumada a una nueva camada de jóvenes dirigentes que comenzarían a cambiar el paradigma de la conducción del Club, fue el gran motor para que en 1981 el ascenso a la Primera B sea una realidad. El Club devastado y acorralado por los juicios iba quedando atrás y comenzaba un resurgimiento como verdadera institución social. El equipo era la verdadera sensación en la categoría, y entre otras cosas, logró el récord de venta de entradas generales de toda la fecha del fútbol argentino en ocasión de visitar a Chacarita Juniors.

Una vez más en Primera B, tanto en 1982 como en el 83, las campañas fueron discretas. Recién en 1984 el ascenso estuvo cerca pero Racing, beneficiado por un arbitraje polémico de Emilio Misic, terminó eliminando al equipo en Semifinales del Octogonal por el segundo ascenso. Eran épocas donde comenzaba a brillar un joven uruguayo nacido en Colonia del Sacramento, Gilmar Gilberto Villagrán.

En 1986 la reestructuración del futbol nacional encontró a Lanús entre los clubes participantes de la nueva segunda división que se pasó a llamarse Nacional B. El equipo fue animador de esos certámenes y en 1989 estuvo a punto de ascender, cuando fue puntero durante todo el torneo dejando recién la punta en la última jornada ante el escolta, Chaco For Ever, quien se terminaría quedando con el ascenso.

Para la temporada siguiente, la llegada de Miguel Ángel Russo comenzó a cambiar la historia moderna del fútbol Granate. Después de un comienzo cargado de desconfianza, los resultados comenzaron a aparecer en la segunda rueda y con una mística que mezclaba experimentados con pibes de la cantera, la clasificación y el triunfo en el dodecagonal por el segundo ascenso se convirtió en una realidad. Lanús volvía a Primera División después de 13 años, luego de superar por penales a Quilmes en una serie inolvidable.

El ascenso vino de la mano de la necesidad de ir reemplazando los viejos tablones por el cemento. Y hacia fines de 1990 se comenzó con la construcción de La Fortaleza. La estadía en la máxima categoría fue efímera, pero lejos de cambiar los planes, la dirigencia Granate sostuvo el proyecto futbolístico iniciado por Miguel Ángel Russo y en sólo un año, el ascenso era nuevamente una realidad: Lanús se consagraba campeón del Nacional B 1991/92.

En la 92/93 el equipo logró sortear holgadamente la lucha por la permanencia, y a la temporada siguiente, con la misma base reforzada se dio el lujo de volver a pelear por campeonar en la máxima categoría. Lanús terminó quinto el Apertura 93 pero ilusionó incluso hasta los más escépticos.

La 94/95 trajo como novedad la primera clasificación a una copa internacional, que fue la Conmebol 94. Para la 95/96, la llegada de Héctor Cúper en la dirección técnica como el surgimiento de jóvenes talentos como Ariel Ibagaza y Gastón Coyette, sumado al arribo a de Hugo Morales, fueron fundamentales para los tres terceros puestos consecutivos logrados durante el Apertura 95 y el Clausura y Apertura del 96. Fútbol de alto vuelo y el claro presagio del primer gran logro de la institución: La Copa Conmebol de 1996, la cual el Grana alzó en Colombia después de haber ganado la serie final a Independiente Santa Fé de Bogotá.

En 1997, la mística copera del defensor del titulo hizo que con mucho más esfuerzo que el fútbol mostrado en la edición anterior, el equipo lograse clasificar para la final de la Conmebol. Esta vez, el Atlético Mineiro fue mucho más y se terminó quedando con el trofeo. Para 1998, ya con Mario Gómez como director técnico, Lanús terminó consiguiendo lo que es hasta hoy su mejor performance en cuanto a puntos en Primera División: 40 unidades que le valieron el histórico subcampeonato de 1998.

El cuarto puesto del Apertura 98, sumado a un importante recambio del plantel, llevaron a que el equipo perdiera protagonismo. Los desaciertos tanto a la hora de incorporar como a la hora de elegir técnico terminaron por empobrecer el promedio y en 2002, Lanús debió jugar la Promoción por no descender ante Huracán de Tres Arroyos, de la cual el Grana salió ganador de la serie.

La necesidad de estabilidad en los resultados para volver a ser protagonistas recién pudo lograrse hacia fines de 2005, cuando Ramón Cabrero, por entonces responsable de las Divisiones inferiores del Club, asume el cargo de Director Técnico. Junto a Luis Zubeldía, ayudante de campo, comenzarían a escribir los capítulos más gloriosos de la historia Granate.

En el Clausura de 2006, Lanús se consagró subcampeón de Boca con un equipo que fue la revelación del torneo, tanto por su juego ofensivo y vistoso, como por ser formado en su mayoría, por juveniles de la institución. En el Apertura, el quinto puesto con victoria en la última jornada en la Bombonera, arruinándole el tricampeonato al Xeneize, vislumbraba que Lanús estaba para mucho más. Y así terminó siendo: para el Clausura de 2007 el equipo terminaría logrando la primera clasificación a la Copa Libertadores y en el Apertura de ese año, vendría lo mejor.

Después de un comienzo con más dudas y en el que las prioridades de la temporada se repartían entre Copa Sudamericana y torneo local, la inesperada eliminación en Brasil ante Vasco da Gama hizo que se pusiera todo el foco en el torneo local cuando restaban para el final 9 jornadas. La serie de triunfos ante Vélez, Arsenal, San Martín de San Juan, Tigre y Rosario Central depositaron al equipo ante la oportunidad histórica de consagrarse por primera vez campeón del torneo local. Una multitud acompañaba a Lanús a cada lugar y la ciudad vibraba como nunca en su historia ante la posibilidad de campeonar, que terminó de llegar el domingo 2 de diciembre de 2007, cuando Lanús igualó en uno como visitante de Boca. Más de 100.000 hinchas festejaron por toda la ciudad e inmortalizaron los nombres de los campeones.

En 2008, En su primera participación en la Copa Libertadores, es el único de los 32 equipos que finaliza invicto la fase de grupos. Alcanza los octavos de final, instancia en la que resulta eliminado frente al Atlas de México. En mayo el equipo de básquet obtiene el ascenso a la Liga Nacional por primera vez, tras derrotar a Argentino de Junín 3-0 en la serie.22 Tras un mal comienzo en el Torneo Apertura, que incluye una histórica derrota por 5 a 0 ante su tradicional rival, Banfield, el equipo de fútbol se recupera y cierra una excelente campaña con siete partidos invicto, obteniendo 19 sobre 21 puntos posibles en el tramo final del campeonato. Llega a la última jornada con posibilidades de obtener el título y finaliza con 37 puntos, a dos de los punteros. José Sand es el goleador del torneo con 15 tantos.

En 2009 Lanús logra un tercer puesto (segundo por puntos) en el Torneo Clausura. Llega a la penúltima fecha con 34 puntos, dos menos que el puntero Vélez y uno menos que Huracán. En esta jornada se enfrentaba ante el primero, al mismo tiempo que Huracán jugaba frente a Arsenal de Sarandí. En la media hora de juego, el Grana se pone en ventaja con gol de Sand, con lo que conseguía momentáneamente la punta. Sin embargo, tan solo cinco minutos más tarde el «Globo» se ponía en ventaja allá en Parque Patricios, con lo que superaba al Grana en la tabla. A los 27′ de la segunda etapa, Vélez iguala el encuentro. Con ambos partidos finalizados, el Grana quedaba fuera de la lucha por el título. No obstante, queda como el mejor equipo de la temporada al sumar 75 puntos entre Apertura y Clausura. Pepe Sand vuelve a ser el máximo artillero del campeonato, esta vez con 13 tantos. Así, completó la temporada 2008/09 con 28 goles. Luego, el ídolo granate sería vendido por diez millones de dólares al Al-Ain de los Emiratos Árabes.

En 2010, mas El 12 de enero, el presidente del club, Nicolás Russo, junto con su par del Club Atlético Victoriano Arenas, Domingo Sganga, firman un Convenio de Cooperación Institucional y Deportiva que tendrá, entre otros objetivos, disponer el acceso directo de jugadores de Fútbol Infantil y Juvenil de la institución de Valentín Alsina al club granate, que a su vez será quién organizará y supervisará todo lo relacionado a estas actividades.23

En 2011, durante el primer semestre del año, el Club Atlético Lanús vuelve a consagrarse subcampeón del fútbol argentino, bajo la conducción técnica del debutante Gabriel «Chucho» Schurrer, quien fuera ídolo del club como jugador. No tiene un buen comienzo en el Torneo Clausura, y sufre tres derrotas en las primeras seis fechas. Sin embargo, encadenaría luego una racha de once partidos invicto, con cuatro victorias consecutivas. Consigue importantes triunfos en su estadio, por 4-1 a Racing y por 2-0 a Boca. También derrota 1-0 a Colón en el Cementerio de los Elefantes. En la fecha 14, recibe en La Fortaleza al puntero Vélez (eventual campeón del certamen), y logra una victoria clave por 3 a 2. Esto le permite acercarse a la punta y le facilita disputar el título hasta la penúltima fecha, donde debía enfrentar a Argentinos en su estadio. La diferencia entre el Fortín y el Granate era de 4 puntos, por lo tanto, Lanús estaba obligado a ganar para poder pelear el campeonato hasta la última fecha. Pero cae por 1 a 0 y se queda sin chances de dar la vuelta. En la última jornada, el Granate vence en condición de visitante a River por 2 a 1, condenándolo a disputar la promoción, que culminaría en su posterior descenso. Destacándose las figuras de Diego Valeri, Mauro Camoranesi, Guido Pizarro y Silvio Romero, el equipo cosecha 35 puntos, campaña que le alcanza no sólo para consagrarse subcampeón, sino también para clasificar a la Copa Sudamericana 2011. Con la sumatoria de puntos de los torneos Apertura y Clausura, se clasifica además a la Copa Libertadores 2012.

En 2012, en la primera mitad del año, Lanús vuelve a participar de la Copa Libertadores luego de dos años. Clasifica a los octavos de final, tras un histórico triunfo frente a Olimpia de Paraguay. El encuentro, disputado en La Fortaleza, culmina con un marcador de 6-0 a favor del conjunto local. Representa la máxima goleada conseguida en la historia en un torneo internacional por el equipo granate. Lanús finaliza primero en su grupo y resulta eliminado en octavos por Vasco Da Gama, en la definición por penales. Para el Torneo Inicial 2012, asume la dirección técnica Guillermo Barros Schelotto, reemplazando a Schürrer. El equipo tiene un mal comienzo pero realiza una excelente campaña, logrando quebrar un récord histórico, al ganar siete partidos en forma consecutiva entre la fecha 10 y la 16, siendo además el equipo con menos goles en contra en el torneo (10). Llega a la penúltima fecha con posibilidades de disputarle el título a Vélez, pero cae 1 a 0 frente al recién ascendido River en el Monumental y finaliza el torneo en el cuarto puesto.

En 2013, en el Torneo Final 2013 Lanús vuelve aparecer en los primeros puestos. En el comienzo consigue dos victorias por goleada (4-0 de local frente a Colón y 3-0 como visitante frente al eventual campeón, Newell’s). Retiene la punta del torneo las primeras 10 fechas, pero comienza a acumular empates y la pierde a manos de Newell’s en la fecha 11. A pesar de recuperarla parcialmente en la jornada siguiente, volvería a perderla en la fecha 13. En la pelea por el título se encontraba además River, equipo que visita al Granate anteúltima jornada. Lanús vence al conjunto millonario con una goleada histórica por 5-1, pero tenía que completar un partido frente a Estudiantes en La Plata. Dicho encuentro, correspondiente a la fecha 17, había sido suspendido en el entretiempo por graves incidentes, donde un hincha de Lanús falleció luego de recibir un impacto de bala de goma por parte de un policía, además de registrarse varios heridos. Lanús debía revertir un 0-2 en contra en los 45 minutos restantes, para mantenerse con chances hasta la última fecha. El resultado no se modificaría, por lo que finalmente Newell’s se consagra campeón. Culminando el torneo en el tercer puesto, y redondeando una excelente campaña de 67 puntos en toda la temporada 2012/13, el equipo granate logra la clasificación a la Copa Sudamericana 2013. En la segunda mitad del año, el equipo de Guillermo Barros Schelotto se consagra subcampeón del Torneo Inicial 2013, detrás de San Lorenzo de Almagro.

En el segundo semestre de 2013, Lanús logra su segunda conquista a nivel internacional, al adjudicarse la Copa Sudamericana 2013. Inicia su participación en la segunda fase de la competencia, derrotando a Racing Club de Avellaneda por 2-1 como visitante y 2-0 como local. En los octavos de final enfrenta a Universidad de Chile (campeón de la Copa Chile 2012-13), venciendo al equipo trasandino con un contundente 4-0 en La Fortaleza, y redondeando la serie 4-1 en su favor luego de un 0-1 como visitante en el Estadio Nacional. En cuartos se cruza con River Plate, empatando 0-0 como local y ganando por 3-1 en el Monumental. Ya en la instancia semifinal, derrota 2-1 como visitante a Libertad de Paraguay (campeón del Torneo Clausura 2012 de su país), repitiendo el mismo marcador en condición de local. El conjunto granate accede de esta forma a su tercera final continental.

En la final, el equipo de Barros Schelotto enfrentaba a Ponte Preta de Brasil, equipo que había accedido a esta instancia tras eliminar sucesivamente a Vélez Sarsfield (campeón argentino vigente, de la temporada 2012/13) en cuartos de final y a São Paulo (campeón defensor del torneo) en semifinales. Lanús definía, por primera vez en su historia, un certamen de estas características en calidad de local. Por lo que el partido de ida se disputa el 4 de diciembre en el Estadio Pacaembú de São Paulo, finalizando con un marcador de 1-1, con goles de Fellipe Bastos para el local y de Paolo Goltz para Lanús, ambos de tiro libre. La revancha tendría lugar una semana más tarde, el 11 de diciembre, en una Fortaleza colmada con más de 47.000 almas Granates. Lanús obtiene un claro triunfo por 2-0, con goles de Víctor Ayala e Ismael Blanco, consagrándose así como campeón del certamen.

Lanús cerraba en 2013 una de las mejores campañas de su historia, logrando la clasificación directa a los octavos de final de la Copa Sudamericana 2014 y a la Copa Libertadores 2014, además de obtener el derecho a disputar la Recopa Sudamericana 2014 frente a Atlético Mineiro.

En 2014, Lanús realiza la mejor campaña en su historia en la Copa Libertadores de América, alcanzando los cuartos de final. Inicialmente, derrota a Caracas FC de Venezuela en partidos de ida y vuelta y accede a la fase de grupos. Allí luego de un mal arranque (cosecha solamente un punto en los primeros tres partidos), logra dos importantes triunfos como local ante Deportivo Cali de Colombia y Cerro Porteño de Paraguay. Al igualar el sexto y último encuentro como visitante frente a O’Higgins de Chile, clasifica a los octavos de final, ocupando la segunda plaza del grupo 3. En esta instancia elimina a Santos Laguna de México, luego de derrotarlo en forma sucesiva por 2-1 en La Fortaleza y 2-0 en México. De esta manera se mete entre los ocho mejores equipos del continente. En cuartos de final enfrenta a un sorpresivo Bolívar (considerado hasta el momento como el mejor equipo boliviano de las últimas décadas), y queda eliminado tras igualar 1-1 como local y perder 1-0 en La Paz.

En la Recopa Sudamericana, el conjunto granate cae en el partido de ida por 1-0 ante Mineiro. Si bien lo derrota 3-2 en el partido de vuelta disputado en Belo Horizonte (logrando su primer triunfo en Brasil en su historia), debe disputarse el alargue, dado que en una final no se considera la regla del gol de visitante. Allí, el equipo brasilero convierte dos goles y se adjudica el título al ganar por un resultado global de 5-3.

El 3 de enero de 2015, la Institución celebró el centenario de su fundación. La ceremonia festiva se realizó el viernes 2 en el Estadio Néstor Díaz Pérez, para que las primeras horas del Centenario encuentre al pueblo Granate reunido en La Fortaleza. El show llevó el nombre de “Estadio de los Sueños”, donde los presentes disfrutaron de grupos musicales como “La Chávez”, “La Todopoderoso Popular Marcial” y “Los de Fuego”. Además, ídolos del club como José Sand, Carlos Bossio, Héctor Enrique y Hugo Morales, entre otros, tuvieron su lugar para la ovación del público.

A las 23, y a solo una hora del horario tan esperado, entró en acción un espectáculo que recorrió la historia del Club Atlético Lanús, a cargo de Pix D´Ami.
Finalmente, una cuenta regresiva proyectada en la pantalla del estadio, marcó el comienzo del Año del Centenario.

Fiel a su costumbre de innovar y apostar por proyectos audaces, Lanús posó sus ojos en el entrenador Jorge Almirón, quien arribó en enero para tomar las riendas del plantel. Con una rápida absorción de la filosofía propuesta por el técnico, el equipo encontró un funcionamiento atildado, que se caracterizó por el trato cuidadoso, y el respeto a ultranza, del balón.

El ciclo arrancó cargado de expectación, debido al regreso del ídolo José Sand y las muy buenas contrataciones de Iván Marcone, José Luis Gómez y Pablo Mouche. Estos nuevos pasajeros se sumaron a una plantilla ya dotada de talento, jerarquía y espíritu ganador.

En cada presentación, Lanús elevó su nivel y acumuló victorias para en la Zona 2, de este campeonato atípico compuesto por dos grupos de quince equipos cada uno. A partir de la cuarta fecha se adueñó de la punta y no la soltó más hasta la decimosexta jornada, para culminar con un dominio absoluto con doce triunfos, dos empates y sólo dos derrotas.

La obtención de su zona le posibilitó al Granate arribar a la gran final por el título, en el que dirimiría fuerzas con San Lorenzo, nada más y nada menos que en un escenario mítico como el Monumental. La ceremonia histórica adquirió tintes de épica con el masivo apoyo de los hinchas, quienes agotaron las treinta mil localidades para crear una atmósfera única.

Las incógnitas se disiparon rápidamente en la gramilla, puesto que Lanús saltó con una concentración envidiable y un voraz apetito de gloria. Los gritos de Junior Benítez, Miguel Almirón, José Sand y Lautaro Acosta concretaron un resultado inapelable de 4-0, marcando un hito en un partido definitorio, por la abrumadora superioridad.

Con el pitazo final se desató la alegría colectiva, Lanús acaparó su segundo título en torneos locales, tras la consagración del Apertura 2007, y bordó la cuarta estrella en el escudo, apenas dos años y medio después de la obtención de la Sudamericana 2013.

El Granate modelo Jorge Almirón despertó la admiración de todo el universo futbolero, ya que se erigió en un paradigma del buen juego, con esa circulación pulcra y dinámica y la siempre aliada tenencia de la pelota. Incluso, algunos medios utilizaron como juego dialéctico el mote “El Barcelona del Sur”.

Luego del extenso receso por la realización de la Copa América del Centenario y los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro, Lanús volvió a disputar un trofeo. El 14 de agosto saltó al césped del Cilindro de Avellaneda para pelear por la Copa del Bicentenario de la Independencia, motivada en el enfrentamiento del campeón del Torneo de Transición 2014 (Racing) y el campeón del Torneo de Transición 2016 (Lanús).

Esa soleada tarde, la historia no se resolvió de manera expeditiva, dado que el Grana tuvo que esperar hasta la última jugada, con una maniobra magistral de Miguel Almirón y el pase a la red del paraguayo Brian Montengro, para volver a abrazar las mieles de la consagración.

Este trofeo significó el quinto palmarés profesional en el fútbol, lo que ratifica la bonanza de la institución en los últimos veinte años, de hecho desde el primer título en la Conmebol 1996 hasta esta copa transcurrieron dos décadas.

Los éxitos permitieron la transferencia muy importante de Gustavo Gómez al Milán de Italia y de Junior Benítez al Sporting Lisboa de Portugal. A pesar del rearmado de las piezas, Lanús mantuvo la idiosincrasia, aunque los oponentes le generaron complicaciones con un estudio minucioso de sus fortalezas.

Varios resultados le fueron esquivos, más allá de la notoria superioridad, por eso en las primeras ocho fechas sólo recolectó diez unidades. No obstante, el Granate encontró una racha de cinco victorias al hilo y un empate en la última presentación del año ante San Lorenzo, que le permitió ostentar 26 puntos para ubicarse en la sexta ubicación.

Con esta remontada en el tramo final, Lanús logró erigirse en el mejor equipo del 2016 con 62 puntos en total.

(*) MUSEO GRANATE – La fuente primaria utilizada para esta investigación fue el Acta Fundacional del Club Atlético Lanús. Una versión preliminar de este texto fue publicada en el número 16 de la revista Viento Sur de la Universidad Nacional de Lanús.
Autor: Marcos Mele. Licenciado en Ciencia Política y Gobierno por la Universidad Nacional de Lanús. Magíster en Historia por la Universidad Nacional de Tres de Febrero. Doctorando en Historia por la Universidad del Salvador. Tuvo a su cargo la investigación histórica y arqueológica en el marco del convenio específico entre la UNLa y el Club Atlético Lanús, a partir del que se creó el Área de Patrimonio Histórico del club. Investigó en profundidad la historia del Club Lanús en el período 1915-1931, presentando los resultados preliminares de su investigación en revistas académicas y jornadas de historia y filosofía. Docente de grado y posgrado en la UNLa. Docente de la materia Historia del periodismo y el deporte en Deportea.