Además de la intervención del entrenador balcánico, la propuesta contó con las participaciones jerárquicas de Silvio Santander, Ezequiel Lavayén, Lucas Victoriano, Gabriel Darrás y todo el staff del Granate.
El particular método de enseñanza, que se caracteriza por la generación de una técnica individual pulida y lectura del juego para potenciar el talento, despertó el interés de docenas de campistas que se anotaron para esta doble jornada.
La capacitación constó de diversos bloques y redondeó más de diez horas de trabajo por día, con el afán de brindar la mayor cantidad de concepciones.
El responsable del básquet de Lanús, Federico Helale, describió sus sensaciones de este campus. “Fue una experiencia increíble para el club, los chicos, los profesores. Sobrepasó todas las expectativas, ya que pudimos tener dos días de básquet al máximo nivel. Milan justificó ampliamente su venida, es un obsesivo del trabajo y dejó enseñanzas espectaculares. Se creó un ambiente de trabajo muy sano y los chicos absorbieron todo, incluso se quedaron practicando los movimientos”. El dirigente amplió su opinión y sostuvo: “Nos quedamos muy felices y dejamos una puerta abierta para tratar de repetirlo una próxima vez”.
Silvio Santander también aportó su visión de este evento y compartió: “Lo que distingue a la filosofía serbia es su metodología, de poder de manera progresiva la enseñanza a los chicos. Eso lo tiene muy arraigado Milan, que vino a mostrar su forma de ver el básquet de esa escuela, que es muy técnico y no tan táctico, en el cual se cree más que nada en el talento”.
En cuanto a la riqueza para los campistas, el ex técnico de Lanús exteriorizó: “Los chicos se llevaron dos días muy intensivos de contenidos de técnica individual y algo de táctica colectiva. Así como trabajos de preparación físico con Lavayén. Todo eso no hace más que reforzar el trabajo de los entrenadores del club. Si bien el básquet es un idioma universal, está bueno saber cómo trabajan ellos”.