La historia se remonta a veinte años atrás, ahí se encuentra la piedra basal de esta relación. Un gigante lleno de energía, e ímpetu, que aterrizaba en ese espacio, que se convertiría en su hogar con el transcurso de los años. A Sebastián Chaine y Lanús los une una vida y cientos de experiencias de toda índole, con alegrías inconmensurables y algunos sinsabores. El pivote ha regresado a su casa y otra vez se enfundará en ese manto granate para escribir nuevos capítulos.
Un joven interno de dieciocho años llegó a la institución para disputar la vieja Liga B, allá por el 2005, desde ese punto en la línea cronológica se han hilvanado una montaña de temporadas en diversas categorías como la Liga Nacional, el antiguo TNA y hasta el Torneo Federal. Incluso, un tramo por las divisiones inferiores. Por eso no se trata de una simple contratación para esta 2024/25, sino que trasciende lo meramente deportivo.
Chaine acordó su incorporación al plantel de Sebastián Saborido, en lo que representará la octava temporada con esta camiseta para el interno de 37 años. Con todo el bagaje de su reciente actuación en la élite, así como el ascenso que obtuvo en 2022/23, el pivote aportará su calidad e influencia en este modelo del Grana.
Con algunas semanas de rodaje de entrenamiento, Sebastián analiza todo el simbolismo de su retorno al club, así como se permite florecer las sensaciones que lo atraviesan en sus fibras más íntimas, navega por recuerdos y también avizora un norte para esta campaña que se avecina.
En primera instancia, el pivote especificó los factores que tallaron en su determinación para sumarse a esta aventura con el Granate y sostuvo: “La verdad es que todos los años siempre hablo con la gente del club para tratar de estar, este año hicimos un esfuerzo grande los dos para que se pueda dar, porque los dos teníamos muchas ganas de que yo esté en el club y el club tenerme. Es más especial que los años anteriores, ya me voy poniendo un poco más viejo y siempre dije que me gustaría estar los últimos años de mi carrera en Lanús. Estoy muy feliz de poder estar otra vez en casa”.
Desde aquella gesta en 2008 que provocó la llegada del Granate a la Liga Nacional, con un elenco en el que compartió plantilla con el enorme Nicolás Laprovittola, hasta la final perdida contra Central de Ceres en 2019 o la primera participación del club en la Liga Argentina en 2021. Chaine conoce los rincones de la institución como pocos, por eso en su mente se atesoran cientos de vivencias. “Y recuerdos son un montón, la verdad que yo empecé, si bien debuté en Boca, empecé a jugar, a tener rodaje como profesional en Lanús. Nada, se me viene un recuerdo desde la Liga B, desde el TNA, que ascendimos esa temporada, de la liga Nacional, el Federal, que nos tocó perder la final. Nada, la verdad que un montón de recuerdos. Para mí el club es importante, formé mi familia”, exteriorizó.
A lo largo de una prolífica trayectoria, el interno se abrazó a diversos logros, supo transitar por objetivos concretados como ascensos, por lo cual dispone en su acervo del conocimiento para alcanzar metas. En cuanto a la posibilidad de trasladar ese saber a este Lanús: “Obvio que uno siempre se prepara para ganar, para tratar de conseguir lo máximo. Así que estoy muy enfocado hoy en estar a punto físicamente para que el torneo nos muestre para que estamos, pero con la idea de aspirar a lo máximo”.
Las piezas se articulan, con eslabones que se repiten de la temporada anterior y nuevos pasajeros. Respecto a las características de la plantilla, Sebastián consideró: “El armado me gusta, siento que hay un equipo completo con varios jugadores polifuncionales y algunos que tenemos roles definidos. Creo que tenemos un equipo largo con nuestros U23 ya con experiencia en el torneo, así que me gusta. Hay versatilidad, hay tiro, hay juego interior, hay jugadores intensos para defender, así que me parece que pudimos armar un buen equipo y espero que nos podamos acoplar para hacer competitivos”.
En esa misma línea de análisis, el pivote disgregó los rasgos intrínsecos de juego y la filosofía que propone Saborido y sostuvo: “La forma de jugar de Seba me gusta, la verdad que los dos años que no estuve en el club vi mucho Lanús y Seba lo hizo jugar bien, con mucha dinámica, donde todos tocaban la pelota. A la hora de venir, sabiendo que estaba él y sabiendo cómo juega el equipo fue más fácil tomar la decisión”.
Este potente pivote, ese faro de la pintura, registró una performance productiva en la Liga Nacional, con Zárate Basket, donde redondeó una media de 9 puntos, 4.3 rebotes, 43.3% en dobles, 22 minutos y 7.8 de valoración. Respecto a ese viaje por la elite y los aprendizajes, Sebastián contó: “La verdad es que a mí nunca me interesó la categoría, siempre digo lo mismo, uno se prepara para ser jugador de básquet. Así que nada, fue una temporada linda con un grupo de hermanos, así que fue feliz. Con respecto al juego, yo tuve que cambiar mi forma de jugar mucho, por ahí con menos tiempo con la pelota en la mano, mucho más dinámico y me esforcé para tratar de hacerlo de la mejor manera. Creo que lo pude hacer a la altura, así que siento que vuelvo cada vez un poco más maduro”.
Los caminos se vuelven a confluir entre Chaine y Lanús, otra aventura que los encontrará juntos para alimentar más esta historia y batallar otra vez por alcanzar la mejor versión. ¡Bienvenido de nuevo a casa!
