El sábado, cuando volvía de su casa luego del entrenamiento, Matías Martínez sufrió el robo de su auto y de algunas pertenencias. Por suerte, no hubo que lamentar nada más grave. ''Vivimos en una sociedad que no es la ideal, pero hay que adaptarse. Antes te ponías triste porque te robaban; ahora, contento porque no te matan'', expresó.
''Volvía a mi casa por Pavón al 1300. Paré en el semaforo. Uno baja con el un revolver, me apunta, el otro me baja del auto, me sacan las pertenencia, todo lo que tenía en el auto; me dejaron ahí. Por suerte había una persona que me prestó el celular para hacer la denuncia, llamar a mi novia, a mi familia, y comentarles lo que había pasado'', relató el defensor Granate.
En lo que va del año, otros futbolistas de Lanús tuvieron que atravesar episodios de inseguridad similares. ''No es la primera vez, ya le pasó al Laucha, le había pasado a Andrada; parece que hay que acostumbrarse'', recordó Martínez. ''Ahora estoy mejor. Pasé un momento muy feo. Estuve dos días con miedo, pero ya está. Ahora tengo que pensar en lo deportivo'', añadió.
El chaqueño Martínez, de pasado en Racing y Argentinos Juniors, hace doce años vive en Buenos Aires; contó que nunca le había pasado algo parecido y agradece no haber estado acompañado al momento del robo. ''Por suerte estaba solo, no iba ni con mi novia, ni con amigos. Rescato eso. A pesar del susto bárbaro que me pegué, estaba solo y pude manejar de otra manera'', contó.
En cuanto a las precauciones que se pueden tomar, el zaguero central sostuvo: ''Uno puede decidir no salir de noche para evitar ciertas cosas, pero si te pasa al mediodía, que se te bajan dos tipos armados, no podés hacer mucho. Es un lugar muy transitado, hay un departamento policial. Nada te asegura nada. Por suerte lo puedo contar''.
