Mientras la delegación de Lanús surcaba los aires con destino a Belo Horizonte, en el Polideportivo trabajaron los jugadores restantes del plantel. En este grupo se distinguió un invitado de lujo, un hijo pródigo de la casa, ya que Sebastián Blanco participó de la jornada de entrenamiento, que estuvo a cargo de Ariel Pereyra y Fabián Galucci.
Recién salido del vestuario, el habilidoso volante dialogó con el sitio oficial y explicó el origen de su inclusión en la práctica. “Hace dos semanas que estaba entrenando con Fabián Galucci y surgió esta posibilidad de aprovechar que los chicos viajaron a jugar, ya que a mi no me gusta molestar. Así que vine, obviamente con la aprobación de Alejandro Marón”, describió.
Blanco se adentró en la misión de aclarar su situación, ante las informaciones inexactas que circularon en los medios y desmintiendo esos rumores manifestó: “Es una locura lo que se está publicando, yo no me fugué de ningún lado, lo mío es un tema personal que tengo con el club, que se sumó al problema que existe en Ucrania”.
A la hora de detallar su idea para el futuro inmediato, Sebastián sostuvo: “Muchos están especulando con esta situación, al libro de pase le falta mucho, pero no quiero dilatarla mucho mas, tengo ganas de empezar. No es una situación fácil de salir, hay que negociar con los ucranianos”. Estas palabras abrieron el juego para consultarle por sus gustos, ante lo que el futbolista contó: “La idea es que todavía soy joven y me gustaría probar unos años más en Europa. Hay que ir viendo lo que me vaya seduciendo y los clubes que negocien con el Metallist, aunque sabiendo que no será sencillo”.
Por último, el volante aprovechó para agradecer al Club Lanús, ya que expresó: “No vine en un principio porque no me gusta confundir, no quiero abusar ni mucho menos. Lo que logré con el club no significa que pueda venir acá a hacer lo que quiera sin pedir permiso, ellos se ofrecieron a prestarme las instalaciones, lo que es un gesto muy bueno”.