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A la espera del Ciclón

La expectativa por la noche decisiva crece en la atmósfera. La adrenalina fluye en el seno del plantel de Lanús, ya que se avecina el choque de Libertadores, que dirimirá el acceso a las semifinales. Inmiscuido en la puesta a punto de ese cotejo, la tripulación de Jorge Almirón completó una nueva sesión de entrenamiento el martes, en turno matutino.
 
La acción de la jornada se desarrolló en el verde césped del estadio y arrancó con un calentamiento dirigido, a cargo del preparador físico Diego Ossés. Esta fase constó de tres estaciones, por un lado movilidad de cadera, por otra parte coordinaciones y velocidad en aceleración y por último técnica de pases y recepción.
 
Tras esa exigencia, el entrenador diagramó un trabajo de posesión de pelota, que se desarrolló en una mitad de terreno y en el que se midieron dos grupos de once integrantes.
 
Como propuesta principal de la soleada mañana, el cuerpo técnico diagramó un ejercicio táctico, que se realizó en todo el campo. Dos elencos de once futbolistas ejecutaron diferentes consignas, que se caracterizaron por una sectorización por posiciones. Almirón frenó las acciones para corregir movimientos y lograr la internalización de conceptos.
 
El delantero Marcelino Moreno y el defensor José Luis Gómez pudieron entrenar con sus compañeros, tras las tareas diferenciadas de ayer, el primero por un golpe en el tobillo y el segundo por un dolor en la rodilla izquierda. El atacante llevó a cabo mayoritariamente maniobras de rehabilitación, bajo la mirada de Diego Ossés. En tanto que Matías Rojas trabajó en el campo con el kinesiólogo Nicolás Carón en su recuperación del desgarro en el bíceps derecho.


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