Su vida en el club hizo que este partido lo viviera de una manera especial y lo jugó como tal: fue el mejor jugador de la cancha y asistidor de Silvio Romero en el gol de la victoria. Lautaro Acosta expresó: ''Los que somos hinchas lo vivimos de una manera especial y lo disfrutamos mucho cuando lo ganamos''.
Sin duda, fue una tarde inolvidable la de ayer en la Fortaleza. Y en eso coincidió el Laucha, quien además recordó otro clásico con triunfo (y final inmejorable) y en el que vio la tarjeta roja. ''Recuerdo el día que me expulsaron a mí. Fue en cancha de ellos. Ese día ganamos 2 – 1, con dos goles de Pepe Sand, después de ir perdiendo 1 – 0. Fue el torneo en el que salimos campeones. Me expulsaron a mí y a Herner. Pero éste clásico, en nuestra cancha y con nuestra gente, tuvo un condimento especial'', comentó.
Con respecto a la forma de jugarlo, a los roces que se observaron y a las expulsiones, el delantero argumentó: ''Se jugó al límite, como son los clásicos. Se sufrió un poco, pero por suerte lo pudimos ganar. Es normal que pase. Ellos entraron en la desesperación porque estaban abajo en el resultado y se jugó al límite. Hubo alguna patada de más, pero era algo lógico por lo que nos estábamos jugando''.
''Había que ganarlo. 10 – 0, medio a cero o 1 – 0, como en éste caso. Los clásicos hay que ganarlos como sea. Por suerte estuvimos a la altura y pudimos ganar un partido más que importante para nosotros'', manifestó Acosta, quien luego analizó: ''Por momentos no jugamos bien. Después del gol nos quedamos un poco. Nos cansamos y ellos empezaron a tener la pelota, pero creo que no tuvieron mucha profundidad. Ellos tenían que ir a buscar el empate, por lo cual era normal que tuvieran más la pelota''.
En cuanto a la jugada más determinante del encuentro, el Laucha bromeó con el disparo – asistencia de Diego Braghieri, que lo dejó en posición propicia en el área: ''Qué mentiroso. Pateó al arco el burro ése. Gracias a Dios me quedó y el Chino estaba solo para empujarla'', dijo entre risas. ''Lo vi mejor ubicado al Chino, que viene dulce. Así que pensé en dársela a él, que lo iba a hacer seguro'', concluyó.
