El plantel de Jorge Almirón completó su segundo estímulo de la semana, el miércoles a la mañana, en el Polideportivo “Lorenzo Francisco D´Ángelo”.
El Granate ajusta detalles para la particular excursión a Banfield, con los condimentos que dispone este clásico. Por eso trabaja meticulosamente en optimizar su planificación.
La jornada comenzó con una entrada en calor, en la cancha número ocho, bajo la batuta de Diego Ossés con movilidad dirigida y un juego de reacciones.
Tras esa fase, la plantilla se trasladó al campo cinco del predio para ejecutar un ejercicio de fútbol en espacio reducido, en un terreno de 40 metros de ancho por 100 de largo. Esta tarea dispuso de algunas consignas, principalmente la de generar superioridad numérica para el equipo atacante.
Como propuesta principal de la mañana, el cuerpo técnico diagramó un fútbol corto, es decir, el enfrentamiento de dos elencos de once integrantes en una dimensión de 70×70 metros.
Tras las duchas en vestuarios, el mediocampista Román Martínez explicó su disponibilidad para el compromiso del sábado: “Vengo de trabajar con normalidad la semana pasada, donde probé intensivamente y no sentí ningún dolor. Por eso desde ayer estoy entrenando con el grupo y me encuentro a disposición del entrenador”.
A la hora de palpitar el encuentro, el talentoso sostuvo: “Los clásicos son especiales, así lo vive la gente, se siente acá en el club y para los jugadores que se criaron acá. Más allá de cómo viene cada uno, es un partido aparte, donde se juega un barrio, la cercanía y estamos con esa expectativa”.
Para finalizar, Román compartió la intención que apelará el equipo en el verde césped: “Nuestra idea va a ser siempre la misma, claro que tendremos que tomar recaudos porque ellos vienen bien, pero no dejaremos de ser lo que somos”.
El Granate ajusta detalles para la particular excursión a Banfield, con los condimentos que dispone este clásico. Por eso trabaja meticulosamente en optimizar su planificación.
La jornada comenzó con una entrada en calor, en la cancha número ocho, bajo la batuta de Diego Ossés con movilidad dirigida y un juego de reacciones.
Tras esa fase, la plantilla se trasladó al campo cinco del predio para ejecutar un ejercicio de fútbol en espacio reducido, en un terreno de 40 metros de ancho por 100 de largo. Esta tarea dispuso de algunas consignas, principalmente la de generar superioridad numérica para el equipo atacante.
Como propuesta principal de la mañana, el cuerpo técnico diagramó un fútbol corto, es decir, el enfrentamiento de dos elencos de once integrantes en una dimensión de 70×70 metros.
Tras las duchas en vestuarios, el mediocampista Román Martínez explicó su disponibilidad para el compromiso del sábado: “Vengo de trabajar con normalidad la semana pasada, donde probé intensivamente y no sentí ningún dolor. Por eso desde ayer estoy entrenando con el grupo y me encuentro a disposición del entrenador”.
A la hora de palpitar el encuentro, el talentoso sostuvo: “Los clásicos son especiales, así lo vive la gente, se siente acá en el club y para los jugadores que se criaron acá. Más allá de cómo viene cada uno, es un partido aparte, donde se juega un barrio, la cercanía y estamos con esa expectativa”.
Para finalizar, Román compartió la intención que apelará el equipo en el verde césped: “Nuestra idea va a ser siempre la misma, claro que tendremos que tomar recaudos porque ellos vienen bien, pero no dejaremos de ser lo que somos”.