El Granate llevó a cabo su anteúltimo entrenamiento previo a la reactivación de la Superliga, en la mañana del viernes. El elenco de Jorge Almirón ya palpita el cruce con Boca, del domingo, a las 20.05, en condición de local.
La jornada comenzó con la exhibición de un video de análisis, que incluyó el estudio del rival, así como una recopilación de los últimos entrenamientos.
Tras esa primera tarea, la plantilla saltó al césped del estadio principal para realizar una entrada en calor, a cargo del preparador físico Diego Ossés, con un circuito variado de saltos, arranques, frenos y técnicas de pases.
Luego el técnico dispuso un fútbol táctico, con el enfrentamiento de dos equipos de once, que se caracterizó por las detenciones permanentes para dar indicaciones y correcciones.
Por último, el plantel desarrolló el habitual ensayo de pelotas detenidas, con la mecanización de los envíos a favor, así como los dispositivos para contrarrestar las tendencias del oponente de turno en esa faceta de juego.
La noticas positivas pasaron por el normal desenvolvimiento de Marcelino Moreno e Ignacio Canuto a la par de sus compañeros. De esta manera, solamente Nicolás Aguirre permanece diferenciado.
Lanús trabajará el sábado a la mañana y luego almorzará en el comedor de fútbol amateur para después dirigirse al hotel Holiday Inn, donde quedará concentrado a la espera del choque con Boca.