Banfield aún no ha logrado hacer pie en el torneo de Primera División. El equipo de Matías Almeyda suele presentar dos facetas bien distintivas. Se reconocen con facilidad. En ataque exhibe virtudes interesantes y una movilidad peligrosa, aunque en defensa se ha mostrado endeble y vulnerable.
El conjunto de Lomas de Zamora suele tomar una propuesta ofensiva, por lo cual ver un encuentro clásico entretenido e ida y vuelta es más que probable. De todas formas, las intenciones de Lanús son idénticas a las del Taladro. Así, que el rival de turno mañana esté unos metros más retrasado en el campo de juego también es factible.
Ricardo Noir y Santiago Salcedo, alimentados por el ecuatoriano Juan Cazares, son los nombres más voraces en Peña y Arenales. Entre ellos han sumado 26 goles en la temporada pasada de la B Nacional, divisional de la que proviene Banfield. Junto a ellos aparecía Andrés Chávez (16 tantos en la 2013/14), quien ahora milita en Boca Juniors y cuyo espacio intenta ser llenado por el joven Leandro Chetti.
La falencia que mejor han sabido aprovechar los equipos que han enfrentado a Banfield radica en la línea defensiva. De los ocho goles que le han convertido al cuadro banfileño, tres nacieron en fallas en pelotas detenidas; las otras cinco, asimismo, llegaron gracias a fallas de los zagueros o el arquero Gaspar Servio. Un defecto que seguramente el Grana buscará explotar.
En cuanto a rachas, los hombres conducidos por el Pelado Almeyda arrastran dos derrotas consecutivas: Arsenal de Sarandí e Independiente fueron sus últimos verdugos. Además, y en condición de visitante, han vencido en uno de los últimos ocho compromisos (0-2 frente a San Lorenzo).
Banfield suele utilizar el mismo esquema que ha implementado Guillermo Barros Schelotto en los últimos tiempos: un 4-3-3. ¿Los nombres más utilizados? Servio; Bettini, Bianchi Arce, Noguera, Tagliafico; Domingo, Cazares, Erviti; Noir, Salcedo, Chetti. Igualmente, en defensa los nombres han variado de jornada en jornada.
El elenco de los Mellizos se medirá con adversario particular. Con un ataque interesante pero pálido en defensa. Características que quizás beneficien al dueño de casa. La mesa de un nuevo derby está servida.