Si hay un equipo al que le han sucedido cosas inverosímiles en el presente torneo, ese es Quilmes. El equipo de Pablo Quatrocchi ha exhibido una carencia alarmante de consistencia en buena parte de sus partidos, pese a tener algunos pasajes lúcidos. Además de estos factores, la mala suerte también ha influido.
El cuadro cervecero sufre demasiado cuando comienza en desventaja: en este semestre no ha podido jamás remontar un resultado. Y, asimismo, mantener ventajas también le ha costado puesto que ha ganado solo uno de los cuatro encuentros en los que abrió la cuenta.
Sin duda, el caso más peculiar sucedió en la segunda fecha, en la que empató 2-2 frente a Godoy Cruz de Mendoza. Con un triunfo parcial de 2-0 y los cambios agotados, sufrió la lesión de su referente Rodrigo Braña y luego los goles del Tomba. Un acontecimiento que solo puede pasar con una mala fortuna tremenda.
En cuanto a su composición estructural, Quilmes posee una defensa sumamente permeable. No por nada tiene la valla más vencida de la Primera División (14 goles). Sufre demasiado en los contragolpes y no ha encontrado una buena conexión entre sus zagueros centrales y arqueros (en lo que va del torneo, Silvio Dulcich y Walter Benítez se han repartido la portería).
El ataque, por su parte, sí que es de cuidado. Proveniente de Talleres de Córdoba, Gonzalo Klusener se ha adaptado rápidamente al máximo circuito. Sea quien sea su acompañante, puede generar mucho peligro si es que tiene espacios a su disposición. Además, en la ofensiva también colaboran Emiliano Carrasco, Nicolás Cabrera y el lateral Adrián Scifo, de buena proyección en campo rival.
Quatrocchi suele inclinarse por un 4-4-2 para afrontar sus partidos, pese a que esporádicamente puede disponer de una punta de ataque con tres hombres. ¿El once tipo del Cervecero a lo largo del torneo? Dulcich; Scifo, Alegre, Carli, Bontempo; González, Romero, Zacaría, López; Sarmiento y Klusener.
Pese a esto, Sebastián Martínez (suspendido), Joel Carli y Brian Sarmiento (ambos lesionados) no podrán ser de la partida frente a Lanús. Además, Arnaldo González reemplazaría a Nicolás Cabrera. Por lo cual el entrenador realizaría cuatro cambios.
Quilmes, en suma, es un conjunto que aún está en formación. Su meta principal en este tramo de la temporada es encontrar una identidad que le permita acomodarse y repuntar posiciones en la tabla.