…y llegó el tan ansiado día, atrás estaba el 7 de diciembre de 2005 donde habíamos perdido esa final con un equipo de zona oeste; todavía nos quedaba sueño, dolor, fatiga, cansancio de esos días de pretemporada en Chapadmalal, donde veíamos el mar pero no lo podíamos tocar, cuando mirábamos la arena y solamente la pisábamos para hacer ejercicios… Pero ahí estábamos nosotros, la 91, sí; lo digo con orgullo, aunque no sea jugador, me siento parte de este grupo, compartimos dolores y tristezas, cansancios y malhumores; pero nuestra meta estaba clara, tener una buena base física para arrancar el campeonato en condiciones óptimas, pero todavía teníamos clavado en nuestros corazones algo; queríamos una revancha y rápido, y por esa revancha íbamos.
Arrancamos el jueves 16 de febrero temprano, con muchos nervios; estaban el micro, los padres y casi todos los jugadores, se completó el plantel y subimos al bondi. A despertarse al ritmo de las canciones a los jugadores yo vengo alentar y el que se va antes que no vuelva más y así sucesivamente. Estábamos por llegar a el colegio Don Bosco en Quilmes y seguíamos cantando.
Nuestro rival de turno, Gimnasia y Esgrima La Plata, estaba en el predio, los padres de nuestros jugadores también; nos cambiamos al costado de la cancha mientras nuestro técnico daba la charla previa. En la cancha, Boca le ganaba al modesto Arsenal, y ahí estábamos nosotros, esperando para jugar el ansiado partido.
Comenzó y era un partido trabado, duro, de mucho roce, pero fiel a nuestro estilo, nosotros siempre con la pelota al piso, con los que más saben; por esas cosas del fútbol empezamos perdiendo pero pronto lo pudimos empatar con gol de nuestro delantero Diego Bielkiewich, así terminó la primera jornada.
Como Banfield y Argentinos Juniors que compartían la zona con nosotros habían empatado entre sí, estábamos todos en las mismas condiciones.
El viernes 17 teníamos un día difícil, a primera hora jugábamos contra nuestros vecinos de barrio y después contra Argentinos; arrancamos más temprano que el día anterior con una modificación, cambiamos de trayecto hasta Quilmes, ahora habíamos enfilado por la autopista, y con muchos padres acompañándonos… seguíamos con el ritual de los cánticos cada vez nos falta menos para volvernos a ver dale dale dale dale grana, dale dale dale dale graaaa. Era hasta quedarnos sin voz… Llegamos a la cancha y pusimos nuestra bandera, esa que dice En el sur mando yo; empezó el partido y vino nuestro primer gol del pie de Lucas Sala, enseguida vino el gol de Nelson Velazco y ya estábamos 2 – 0 arriba; empezó el segundo tiempo y se nos vienen encima, nos hacen un gol y se nos venían, pero como tenía que ser en una contra Nahuel Di Toro queda mano a mano con el arquero, lo elude y convierte de zurda y a festejar enloquecidamente y a llorar a la Iglesia.
Después de descansar un rato, a jugar contra los bichitos colorados de la paternal, partido parejo, terminamos 0 – 0 en un muy buen partido de ida y vuelta, entonces a esperar el otro resultado, temiendo que los cuidacoches se dejen hacer más de 3 goles y quedar afuera, pero no ocurrió y así pasamos a la semifinal que se iba a jugar el sábado, los equipos clasificados eran: Independiente – Racing – Chacarita (de muy buen juego) y Lanús.
Llegó el día esperado; ahí estábamos todos, cansados, mal dormidos (por los nervios), más temprano que los días anteriores, los padres apoyando como siempre, los jugadores sabiendo que era el día, su día habíamos traído otro micro para los acompañantes y estaban todos los pibes de la pensión, esa pensión de donde salieron El Pampa Romero, Luis Zubeldia, Leo Gioda, El Chucho Schurer, Saviolita Biglieri, Marquitos Aguirre, El Tanque Fabiáni, Manicero, el Topa Frezotti, el paraguayo Ledesma y muchos otros.
Llegamos a la cancha en caravana y con nuestras banderas, empezó el partido y a los 8 minutos de juego ya ganábamos 2 – 0 con goles de Diego Bielkiewich las 2 veces; el partido era de ida y vuelta, muy entretenido, empieza el segundo tiempo y seguíamos igual, a todo esto, me voy del banco de suplentes por pedir una falta (no era para tanto Sr. Juez) liquidamos el partido con gol de Bruno Mendoza (qué futuro tiene este chico) terminó el partido y ya estábamos en la final, solamente nos faltaba un escalón mas…..en la cancha de al lado la empresa le ganaba a independiente 1 – 0 y jugaba la final contra nosotros.
Después de descansar 1 hora empezó el partido, vale aclarar que la final fue dirigida por el Sr. Baldassi; primer y segundo tiempo muy trabado, con roces, no le encontrábamos la vuelta, terminó jugando mejor la empresa. Empezamos el suplementario que tenía gol de oro; afuera la gente alentaba sin parar, nuestra hinchada sacaba fuerza de algún lado y éramos locales, como siempre, terminaron los suplementarios y venían los penales. Arrancaron y en los tiros de los 11 metros, Racing erró el 3ro. pudimos definir en el 5to. pero también erramos y ahora a sufrir. Pateábamos uno cada uno, después de patear 20 penales, el arquero de Lanus ataja el 21ro. y en el penal 22 convertimos y gritamos CAMPEONES, ahí estaba el presidente Marón, gritando con todos nosotros, emocionado como cualquiera. Sinceramente no puedo describir lo que sentí en ese momento; cómo hubiera deseado poder ponerme la casaca de mi glorioso Lanús y patear uno de esos penales; ya está, tenemos el viaje asegurado a Inglaterra, nos esperan los mejores equipos del mundo o mejor dicho, que se preparen, llega Lanús…o como cantan los pibes prepárate barcelona prepárate Manchester que ya llega la 8va. del glorioso graaanateeee pero ésa, ésa es otra historia.
Dedicado a mi familia y a todos los que ponen el hombro día a día para la grandeza y el crecimiento de nuestro querido Lanús.
Tucu
