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El campo de juego impecable

Las inclemencias climáticas acaecidas en el conurbano bonaerense generaron una situación poco habitual en el estadio Ciudad de Lanús-Néstor Díaz Pérez, por eso el miércoles el campo de juego lució afectado con un leve nivel de agua. No obstante, el sistema de drenaje permitió que unas horas más tarde el césped se drenara.
 
Esta particularidad se originó por el apagón en la zona, ya que uno de los grupos electrógenos demoró su encendido, por eso el retraso en la marcha de la bomba de desagote provocó que el agua subiera en el terreno. El dirigente Ezequiel Naruk profundizó en las causas y explicó: “El tiempo en el que tardó en ponerse en funcionamiento uno de los tres grupos electrógenos que tenemos fue el que llevó a la inundación. Una vez que se puso a trabajar, el agua se fue muy rápido por donde estaba previsto. El sistema de filtrado que tenemos sólo lo tienen nueve estadios del país y es de primer nivel europeo”.
 
El Club Lanús posee toda la infraestructura acorde para el cuidado del campo de juego, lo que lo erigió en uno de los mejores del país, como quedó demostrado en diversos encuentros disputados bajo la lluvia. Por eso no despertó preocupación en la dirigencia y así lo ratificó Naruk: “En ningún momento nos alarmó la situación, porque sabíamos que con las bombas de drenaje funcionando la cancha quedaría en buenas condiciones”.
 
El jueves fue testigo de la recuperación total del terreno y quedó demostrado que en cuestión de horas se subsanó un imponderable de la naturaleza. “El campo de juego estaba blando, pero el viernes si el cuerpo técnico lo considera pertinente puede entrenar ahí”, concluyó Naruk. 

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