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El conejillo de Indias del Grana

Guillermo Barros Schelotto utilizó al Monumental como laboratorio. Allí aplicó ciertas variantes que le pueden traer soluciones al equipo en el futuro cercano, el cual tendrá a la Copa Argentina y Sudamericana como objetivos (casi) únicos. ¿Lo más destacable? Pese al cambio de intérpretes, y frente a un rival de fuste, el equipo exhibió otra vez una notable disciplina táctica.

Bajo la conducción del Mellizo, Lanús ha tomado el protagonismo de la mayoría de los encuentros que jugó. Ayer no maniató a River, aunque el planteo implementado sirvió para anular las intenciones de un adversario apático. Cierto, el dueño de casa creció a partir del empate de Rodrigo Mora, pero nunca se percibió la sensación de que iba a tomar ventajas definitivas. 

Con una defensa compuesta por mayoría de suplentes, el Grana sufrió muy poco en los últimos metros de la cancha. Braghieri y Monteseirín protegieron a la perfección a Monetti, otro de grandísimas intervenciones. Rodrigo Erramuspe, quien solo había 5’ en el año (NdelaR. como jugador de la Liga de Quito, el 26 de abril, frente a Barcelona de Guayaquil) tuvo un papel correcto en el lateral derecho, demarcación que no es la suya.

Nuevamente la pelota parada le trajo rédito al visitante. Por vez primera, el Bicho Aguirre marcó un gol para el elenco del Sur a través de una vía distinta al penal. Con un tiro libre incontenible para Barovero en un instante crucial como el final del primer tiempo. Pero no fue solo eso. El ex hombre de Arsenal de Sarandí, junto al Polaco Fritzler, edificaron un marcaje chicloso y asfixiante sobre Pisculichi, el creativo contrario. Asimismo, una seguidilla de errores no forzados perjudicaron a los Millonarios en la empresa de generar juego.

Varios condicionamientos provocaron que los hombres de Barros Schelotto mermaran su rendimiento en la etapa complementaria. A saber: 1°) El desgaste realizado durante el primer tiempo, especialmente en futbolistas como Di Renzo, Almirón o Aguirre. 2°) La necesidad del cuadro de Núñez de recuperar el terreno perdido y lavar su cara. 3°) La lesión del Laucha Acosta, sinónimo de peligro hasta cuando no vive una jornada iluminada. De todas formas, existió la posibilidad de ganar a través de contragolpes y dos penas máximas no cobradas por el árbitro Diego Ceballos, mas no hubo fortuna.

Lanús fue representado en tierras riverplatenses por varios de sus juveniles. Otro motivo de orgullo, porque actuaron con solvencia frente al campeón vigente de América, que tantos elementos experimentados posee. Lo dijo nuestro entrenador. Más allá de que no la victoria no fue conseguida, Guillermo deberá sacar cuestiones positivas de este 1-1.

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