El entrenador de Lanús se mostró molesto, al igual que sus dirigidos, por la situación no sancionada sobre el final: "El árbitro trató de dar una explicación que no tenía sentido. Nos comentó que era la última jugada del partido y no la cobró porque no estaba seguro. Los penales son en el minuto uno, cuarenta y noventa y tres. Fue muy clara la jugada".
A pesar del malestar generado sobre el final, el director técnico del supercampeón confesó que no se dio la mejor versión: "No tuvimos un buen partido. Ellos tuvieron algunas situaciones en el segundo tiempo, pero tampoco las pudieron concretar. La infracción no sancionada a Gómez sobre el final fue todo mérito nuestro, por la jugada elaborada y el cambio de frente. Podríamos haber empatado dentro de un trámite muy parejo".