El Granate retornó al entrenamiento

Comienzo de semana para el Granate, que retomó el sendero del trabajo el lunes, en turno matutino, luego de la jornada libre del domingo.
 
La tripulación de Jorge Almirón se reinsertó en la actividad, después de la caída contra Olimpo y ya arrancó estas semanas peculiares sin acción de Superliga y con el horizonte enclavado en la decisiva final de la Libertadores.
 
En sintonía con la habitual metodología en el primer estímulo pos compromisos oficiales, la plantilla se entrenó en dos grupos separados. Claro que después de desarrollar todos los futbolistas un circuito físico, en el campo ocho del polideportivo, que incluyó un espacio con ligas, otro de propiocepción con bozos y movilidad en colchonetas, además de una circulación de balón con carreras velocidad, dentro de un intenso trabajo preventivo de lesiones de media hora.
 
Tras esa fase, los jugadores que no estuvieron en el cotejo contra los bahienses se trasladaron a la cancha cinco, donde Almirón diseño un ejercicio de fútbol en espacio reducido, que constó del enfrentamiento de dos equipos de siete, con dos apoyos cada uno. Bajo la consigna de la posesión de la pelota durante diez pases,  se habilitaba la habilitación al vacío a las bandas para generar un centro para definir.  Este set se desarrolló en dos bloques de diez minutos.
 
Por su parte, los titulares contra el Aurinegro se predispusieron a flexibilidad y elongación en el césped, bajo la atenta coordinación del preparador físico Diego Ossés.
 
En tanto que Diego Braghieri realizó una rutina diferenciada por una molestia muscular, así como el uruguayo Alejandro Silva también estuvo con los kinesiólogos por un golpe en la rodilla derecha y se estima que el miércoles volverá a la normalidad.
 
Como última etapa del entrenamiento, varios futbolistas se sumergieron en el gimnasio para llevar a cabo trabajos individuales, ya sea en zona media, tren superior o tren inferior.

 


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