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Empate Agridulce

Ese lapso fatídico, de apenas 12 minutos, le complicó la historia, que había transcurrido en un marco favorable para desembarcar en un desenlace feliz. 720 segundos que transformaron la  sonrisa en un gesto adusto y doloroso.
Lanús empató 3-3 frente a Godoy Cruz, como local, en un cotejo correspondiente a la 11° jornada del Torneo de Transición 2014. El equipo de Guillermo Barros Schelotto no consiguió sostener la ventaja parcial de dos goles y dilapidó la posibilidad de subirse a la cima del campeonato transitoriamente.
 
El Granate estiró a siete su racha de encuentros sin conocer la derrota y posee 21 puntos, a solo uno de River Plate, que visitará a Newell’s Old Boys. Los goles tuvieron autorías de Víctor Ayala, Santiago Silva y Silvio Romero, así como Diego Braghieri se retiró expulsado.
 
Con la única variante del ingreso del mediocampista paraguayo por Diego González, Lanús comenzó el desafío trascendente ante el Tomba con un andar errático y bajo un halo de nerviosismo. La visita se acomodó mejor en el terreno, usufructuando de una fluida transición defensa-ataque. No obstante, Silva dispuso de una clara oportunidad, cuando su cabezazo se chocó con la respuesta de Moyano, tras un tiro libre frontal de Velázquez, a los cuatro minutos.
 
El elenco de Carlos Mayor manejó el esférico, sobre todo apostado en el contraataque, así Ramírez elevó su remate en la boca del arco, luego de un centro de la derecha de Fernández.
Promediando la primera etapa, el conjunto del Mellizo encontró los dispositivos para acaparar la redonda y encendió la conectividad, principalmente por la banda izquierda con Velázquez, Ortiz y Acosta. De esta manera, el Granate subió las líneas y progresó en bloque en el rectángulo.
 
En el epílogo, el local construyó una exquisita maniobra colectiva y penetró por la franja central para que Romero lanzara una habilitación al vacío, sobrepasando la línea defensiva del oponente, que halló la carrera de Ayala por izquierda para asestar un fuerte cabezazo al primer palo. El guaraní abrió el marcador, cuando el reloj marcaba los 40.
 
Tras el descanso en el vestuario, se mantuvo la dinámica de dos contendientes que respiran vocación ofensiva. Al minuto, los mendocinos obligaron una gran respuesta de Ibáñez, quien a puro reflejo desbarató el intento de Zuqui. Sin embargo, Lanús edificó otra impecable combinación, con otro pase filtrado de Romero, en el sector derecho, para la entrada de Acosta que soltó el pase atrás de manual para que Silva se llenara la boca de gol, a los 3.
 
El Granate continuó yendo, cimentado en su ADN de ataque, y Acosta, que redondeó una actuación sobresaliente, peinó un envío de Velázquez, en el primer palo, que recorrió el área chica, a los nueve.
En otro de los intentos del local, que conjugó siete hombres en campo adversario, no logró culminar en un remate y permitió la salida veloz del Tomba, que agarró a contra pierna al retroceso granate, para que Fernández desborde por izquierda para que Ramírez modificara la trayectoria con un testazo, a los 15.
 
La tropa de Guillermo volvió a resurgir y tuvo una situación nítida en los pies de Romero, que enganchó por izquierda y disparó al cuerpo del guardameta, a los 17. Definitivamente el encuentro se tornó emotivo y enérgico.
Sin presiones, Godoy Cruz encontró un espacio en la espalda de Araujo para soltar un centro llovido al punto penal, que conectó Ayoví con un certero cabezazo para estampar el empate, a los 20, apenas cinco minutos después del descuento. 
 
Como si el baldazo de la igualdad no fuese suficiente, Lanús sufrió la expulsión de Braghieri a los 23, lo que dificultó la escena para buscar el triunfo. Encima, Aquina aceptó el regalo de Araujo, que cabeceó para adentro, y estampó una daga desde el borde del área, que se coló en la ratonera del palo izquierdo de Ibáñez, a los 27. De manejar una tranquila ventaja de 2-0, el Grana pasó a caer 2-3, y con un hombre menos.
Decidido a prolongar el reparto de emociones, el partido entregó otro golazo, merced a una gambeta de Acosta por izquierda y un posterior centro que Romero cambió por gol, a los 32.
 
El dramatismo brotó en el tramo final, con los mendocinos apostando y los locales evidenciando el cansancio y la complejidad de cubrir el terreno con tres puntas y tres defensores. Lanús pudo acertar algún contragolpe, así como sufrió cada embate del oponente. Pero en definitiva el pitazo final arribó con esta emotiva igualdad.
 

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