Héctor Mario Catoira, exquisito delantero del Club Lanús en la década del 50, falleció en 1998 y uno de sus grandes deseos se cumplió recientemente. Ese anhelo de encontrar el sitio del descanso eterno en el césped de Arias y Guidi, el mismo lugar donde los hinchas del Granate se cansaron de aplaudir sus goles y su talento.
El hábil atacante continuó ligado al Grana con su sentimiento por los colores, así como luego desempeñó el cargo de secretario general de Futbolistas Argentinos Agremiados.