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Entrenamiento pasado por agua

Nuevamente la cortina de la precipitación modificó la actividad del Granate, que por las inclemencias climáticas modificó su escenario habitual y practicó en la cancha número siete de césped sintético, este martes a la mañana.
 
En el segundo estímulo de la semana, el plantel de Jorge Almirón trabajó en una de los tres terrenos con superficie artificial del Polideportivo “Lorenzo Francisco D´Ángelo”.
 
La acción comenzó con la coordinación del preparador físico Diego Ossés, quien diseñó un calentamiento dirigido con estaciones, que incluyeron pases, movimientos ofensivos y defensivos, velocidades cortas.
 
Tras esa primera propuesta, el cuerpo técnico continuó la práctica con un intermitente intenso, con pelota, que constó de un circuito completo: pique de 75 metros, con dominio del esférico, posesión y quite de cuatro versus dos y velocidad corta de 15 metros.
 
Después se culminó la tarea en el campo con un fútbol reducido, con dos tiempos de ocho minutos, en el que se enfrentaron dos elencos de siete integrantes. Una vez en el vestuario, varios players continuaron con un trabajo diferenciado de musculación.
 
La buena noticia de la mañana pasó por el desenvolvimiento normal del defensor Marcelo Herrera, quien ya dejó atrás el edema en el bíceps femoral derecho. A partir de este regreso, el zaguero se erige en una alternativa para el compromiso en Bahía Blanca. 


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