Un claro ejemplo de vocación y esfuerzo dirigencial que permitió hacer realidad toda la grandeza que hoy en día vemos en los colores del escudo más hermoso del mundo.
El fraternal abrazo de fuerza a toda su familia, en especial a Luis María Chebel, actual vicepresidente de nuestro club, que continúa su legado.
Hasta siempre, Emilio.
Gracias por todo.