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Festejo en casa

Se calzó esa casaca por primera vez y demostró una adaptación a la velocidad de la luz. Jorge Banegas se acopló al Granate hace unos días, tras su excursión en el básquet ecuatoriano, y aportó un vendaval de puntos, un arsenal de recursos para colaborar en la estructura colectiva del elenco de Sebastián Saborido en el triunfo 81-73 ante Hispano Americano.

El alero exhibió una gama variada de herramientas y se erigió en una vía muy confiable, a tal punto que culminó como el máximo anotador de su equipo con 17 puntos (4/8 en dobles y 2/7 en triples), además de tres rebotes y un recupero. Pero además del cordobés, Lanús disfrutó de una tarea descomunal de su capitán Martín Franchino con 13 puntos, 9 rebotes, 3 asistencias y 1 recupero. 

Por el rincón perdedor, brilló con una luz poderosa en una actuación soberbia el base Lucas Reyes, que manejó los hilos como un titiritero y agujereó las redes con 20 unidades (8/12 de campo), así como repartió 7 asistencias, bajó 4 rebotes y recuperó 3 balones.

La escuadra de Saborido estampó la segunda alegría consecutiva, tras el triunfo en Mar del Plata, para alimentar su marca a 6-4, con el que escaló al cuarto puesto de la Conferencia Sur. Por su parte, los de Río Gallegos sumaron la segunda caída en fila y quedaron con un registro 6-6.

El pleito comenzó con un ritmo errático y de imprecisiones, aunque Hispano se acomodó mejor con la conducción de Reyes y se escapó 12-4, en el meridiano del cuarto. El anfitrión lució inconexo, con filtraciones en defensa y ante la concentración de la visita se cerró con una ventaja considerable 25-16, merced a un alto 11/17 de campo de los de Torre.

Para el segundo capítulo, Saborido apostó por la energía de Castiarena y Franchino para endurecer su campo y ambos rindieron frutos y contagiaron a sus compañeros. El Granate salió con otro semblante y arrinconó al oponente con un parcial furioso 15-2 para pasar al frente 31-27, con 3:30 minutos en el reloj. Hispano salió del letargo y logró empardar 35-35 el segmento, en el que perdió seis balones.

Tras las charlas en el vestuario, la dinámica se modificó con un tránsito más liviano, con rompimientos de ambos elencos con facilidades y talento al canasto. Lanús disfrutó de Banegas (7) y un ingreso picante de Zielinsky (6), así como usufructuó de su formación baja con Franchino como referencia en la pintura (sigue ausente por lesión Santiago Bruera), para jugar por momentos con cinco abiertos. El equipo patagónico halló en un imparable Reyes (9) la llave para mantenerse en juego, aunque el cuarto terminó 63-61 para el dueño de casa.

La sensación de una mentalidad más granítica de Lanús se corroboró en el último episodio. Los locales marcaron el pulso y tomaron una renta 75-67 a los 4 minutos, que obligó al tiempo muerto de Torre. Hispano Americano no reaccionó, no pudo como controlar al rival y cayó en errores en sus avances. Por su parte, el Grana prosiguió enfocado, con sed de triunfo y se escapó 81-70, a falta de 2:30 minutos. Ya no hubo tiempo para un viraje en la tendencia y la chicharra decretó la celebración de Lanús.

Lanús 81: Gago 4, Marín Lucero 6, Gorosterrazú 6, Bledsoe 9, Roveres 2 (Fi); Franchino 13, Banegas 17, Zielinsky 10, Castiarena 6, Di Muccio 0. DT: Sebastián Saborido.
Hispano Americano 74: Reyes 20, Paz 12, Fernández Chávez 0, Louis 11, Zailo 8 (Fi); Applewhite 5, Romero 8, De Miguel 3, Castillo 6. DT: Gastón Torre.
Parciales: 16-25, 35-35, 63-61.
Estadio: Antonio Rotili.
Árbitros: Rodrigo Castillo, Fabio Alanzi y Diego González.

 

 

 

 

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