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Gustavo Calderari: “Estoy muy contento por ser el campeón”

Mente fría, corazón caliente. Una de las tantas definiciones acerca de Gustavo Calderari, otro engranaje más de la materia prima, que es el semillero Granate. El guardameta, líder silencioso, volvió a levantar una copa. En esta ocasión, se adjudicó la tercera edición de este certamen, del cual explicó su funcionamiento junto a sus emociones: “Estoy muy contento por ser el campeón. Es una competencia nacional de arqueros, que organiza la CONMEBOL. Los arcos se encuentran a 25 metros de distancia y gana el que más goles hace en dos minutos. El vencedor tiene un pasaje al certamen que se disputa, en Asunción, para noviembre. Por suerte lo logré. Ahora representaré al país”.

 

Calderari conoce lo que es ponerse la camiseta celeste y blanca, donde atravesó distintos periodos. En esa sintonía, se explayó acerca de esta nueva oportunidad:” Voy con mi familia, así que estoy muy feliz por ello. Integré la Selección Nacional en Octava en Sub-15 y Sub-17. También fui al Sudamericano que se realizó en Paraguay, así que conozco. Esto también me alegró porque dejé al escudo de Lanús bien arriba”.

 

El oriundo de Jujuy aterrizó en la institución granate desde muy chico, donde comentó acerca de sus comienzos y su periodo de adaptación: “Llegué a las 12 años. Al principio fue muy difícil por la falta de mis padres, y de mi hermana sobre todo. Después, me acostumbré gracias a la amistad que tengo con los chicos de la pensión. Ellos hicieron que acorte la distancia de los seres queridos. Con todo lo que me sucede, ya no extraño tanto ir para allá. Igualmente disfruto que vengan, así puedo seguir con mi rutina”.

 

El jujeño forma parte de una camada que está empezando a germinar sus primeros brotes, como son los casos de Maximiliano González, Mateo Sanabria, Agustín Rodríguez y Alexis Segovia. Al respecto de esta cuestión indagó: “La 2004 se la conoce como una de las mejores categorías, que más proyectos tiene. De hecho, algunos llegaron a Primera. También somos muchos los que entrenamos con Reserva y bajamos para el partido de Inferiores. Nos formamos muy bien”, y al mismo tiempo añadió sus impresiones sobre lo que fue la consagración, en el 2019, ante Vélez tanto para el equipo como para la entidad: ““Esa final no la olvido nunca. Vino mi familia. Lanús te forma como persona. Tiene muy buenas instalaciones, gimnasios, canchas y profesores. Te dan todas las herramientas, para que después, te desenvuelvas correctamente.”

 

Pantu, como se le apoda en la cotidianeidad, es un elemento más en la plantilla de Rodrigo Acosta. Con la ilusión en marcha subrayó: “La idea sería anfianzarme en Reserva como objetivo a corto plazo. Hay arqueros de muy buen nivel en las formativas, con los cuales compito día a día y forjamos una linda relación. Con Luchito (Peraggini) somos muy amigos desde que entrenamos juntos con el plantel profesional. Lo mismo con Nico (Claa) o Pato (Albornoz)”.

 

Luego de una racha negativa, la Quinta División revirtió esa situación para encadenar dos victorias en filas. “No sé si aún estamos funcionando muy bien los sábados, aunque estos últimos partidos nos fue mejor. Sin embargo, al ser un buen conjunto nos podemos rearmar y volver a dar pelea. Las lesiones que sufrimos nos jugaron en contra, pero nos levantamos. Tuvimos reuniones con todo el grupo y los psicólogos. Estamos con nuevo esquema en lo táctico. No nos convirtieron con Newell´s y Estudiantes. Ojalá sigamos así”, ilustró Calderari.

 

A la hora de pensar en sus cualidades resaltó: “Me gusta salir en los centros o en cualquier pelota que venga bombeada (sic), además de jugar con la pelota, en presión del oponente. A veces también atacó, pero no es mi mayor virtud”.

 


Al unísono, amplió su visión acerca de la complejidad que resulta desempeñarse bajo los tres palos, al argumentar: “Lo considero un puesto complicado. Es así, porque pelota que erraste o calculaste mal es gol del rival. Eso se nota mucho. Podes atajar bien un encuentro, pero si tenes uno malo se acuerda todo el mundo. El debut es muy difícil debido a que la edad promedio varía entre los 22 o 23 años, y eso aún se agrava más porque para reemplazar a un portero tiene que ser por lesión o un rendimiento muy malo. En general, el guardameta tiene apoyo”.

 

“Al debut en Primera lo veo algo lejano, pero algún día puede pasar y debo estar preparado. El juego es muy cambiante. Un día te acercas y al otro no. Es un sueño devolverle a Lanús todo lo que me brindó “, concluyó una de las más notables proyecciones de la Cantera Granate.

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