HA:-El 2 de Diciembre es esa primera estrella local donde todos, cómo decía el Turco Chebel, 'nos pintamos las manos de celeste por tocar el cielo'. Siendo el que había conseguido la Copa Conmebol, sabía que el campeonato era algo importante para el hincha de Lanús. A partir de ahí, como todos los años, conmemoramos el 2D como el Día del Hincha de Lanús. Desde el Departamento de Marketing tratamos siempre de levantar la vara. Nos pasó la pandemia y eso no nos dejó festejar. Esta vez nos volvimos a reencontrar con el socio en una fiesta que fue hermosa. Además, estuvieron todos los sponsors que participaron con regalos y sorpresas para los que se acercaron. También estuvo el momento solidario con la Fundación, dónde a un precio módico se podía acceder a un sándwich y una gaseosa. A partir de ello, podemos ayudar a una nena que necesita ser operada. Me llevo un saldo positivo. La gente cantando y festejando.
-En la última asamblea, Alejandro Marón brindó un discurso dónde expuso el club nunca será una Sociedad Anónima Deportiva. ¿Estas acciones reafirman que Lanús será siempre una Asociación Civil sin Fines de Lucro?
HA:-Por supuesto. Lanús es una institución conducida por los socios, que se maneja por asambleas abiertas. Somos las antípodas de lo que es una SAD (Sociedad Anónima Deportiva). De eso, que se queden todos tranquilos. Siempre vamos a seguir el camino de lo social y lo solidario.
-Siempre se observan casos de distintos lugares dónde se pagan las consecuencias de malas gestiones deportivas y económicas, ¿Cuál es la clave para que Lanús se sostenga con el correr del tiempo?
HA:-La Unidad Política. Se elaboran proyectos a largo plazo en ambos aspectos. De eso no nos tenemos que apartar para ir con pie de plomo e ir mirando para adelante para seguir creciendo.
-Volviendo a lo deportivo, ¿Dónde pensaste que se podía salir campeón?
HA:-En Central. Con las corridas de Blanco y Valeri. Se me pone la piel de gallina (sic). Ese día sabíamos que estábamos para algo grande. Igualmente hasta esa tarde, en la cancha de Boca, dónde entró la pelota, lo que vivimos a la vuelta. No podíamos creer lo que vivimos. Ahí arrancó ese Lanús que es diferente. Tengo tres hijos y ellos son del Barcelona (sic) porque vivieron una historia que a mí no me toco atravesar que es la de un Lanús en pleno ascenso de la C hasta dónde nos tocó llegar ahora. Gracias a dios estamos hace 30 años en Primera y festejamos entrar en un certamen internacional. Queremos seguir en esta línea. Siempre a pasos pequeños, pero firmes.
-Así como hablabas de Blanco o Valeri, la actualidad te presenta a Belmonte o De La Vega. ¿Cuál es la receta para que se sigan sacando jugadores?
HA:-Es un trabajo muy importante el que se viene haciendo en infantiles y juveniles, tanto dirigencial como profesional. Otro punto es confiar en los que pasaron por acá. Con eso generamos identidad y pertenencia, que es lo que necesitamos saber en la cancha. Viene saliendo bien, pero esto no es magia: hay un trabajo dirigencial muy importante en ambas ramas con el tema de la pensión y la captación. Así, las cosas se hacen más fáciles aunque no sean tan sencillas.
-¿Qué objetivos se proponen a corto y largo plazo en esta nueva dirigencia que asume?
HA:-Consolidar este equipo. Luis lo supo poner en valor. Con los jóvenes no siempre las cosas son dulces. A veces tiene sus vaivenes. Zubeldía quizás hizo un trabajo que se vio deslucido en esta última parte, pero no hay que quedarse con esto. Es una película que duró tres años, que vino en un momento donde lo necesitábamos y empezamos a fortalecernos. Él logró afianzar a muchos de este plantel. Nuestro desafío es robustecer a estos jugadores para que tengan algún logro en un futuro.
