Julio ha sido el más joven en debutar en esta temporada y, al respecto de aquella jornada, manifestó lo que le pidió Acosta: “Que esté confiado y que hiciera lo que practicamos en los entrenamientos. Él me dio su apoyo y me sentí muy bien cuando ingresé”.
Con una gran personalidad a la hora de jugar, se mantiene por segundo año seguido como el capitán de su categoría. Con relación a esto último, el lateral por izquierda comentó: “Los coordinadores me dicen que soy un ejemplo. Si bien soy chico, ya debo dejar de lado las boludeces (sic). Tengo que pensar como profesional”. Al mismo tiempo, amplió ese concepto y explicó: “Me marcan los errores dentro de la cancha, qué cosas me faltan para jugar en Primera. Afuera, en mi vida, me cuido”.
Junto al temple que lo caracteriza, otro valor es su versatilidad para adaptarse a otras funciones, como la de zaguero central. Perteneciente a la categoría 2005 contó con la ayuda de alguien que conoce bien el puesto: Maximiliano Velázquez. En esa sintonía, declaró: “Al principio no me gustó tanto, pero me aconsejó porque considera que tengo buena salida y puedo ser útil al equipo cuando sea necesario”.
Finalmente, mientras alterna minutos en Reserva y cumple con su rol a la perfección en la séptima división, se define como: “Un jugador humilde y aguerrido. Siempre voy a dejar todo por Lanús, porque siempre me dieron todo y tengo que devolverle todo lo que me ayudaron”.