La historia comenzó con la logística del viaje, por eso la delegación de 28 jugadores partió el domingo a la noche, desde el aeroparque metropolitano, y aterrizó en destino a la medianoche para sumergirse en el hotel Holiday Inn.
El lunes iniciaron las actividades, por eso a la mañana se trasladaron al complejo Soccer World, para empezar a las 10, y luego de almorzar regresaron al predio para el turno vespertino, que arrancó a las 16.30.
La agenda cargada presenta el primer amistoso, que se producirá el martes, a las 10, en el complejo Nuccetelli, contra la reserva de Talleres. Tras el juego, la plantilla comerá en el hotel y a la tarde cumplimentará un estímulo en el gimnasio, a partir de las 17.
La rutina de traslado desde el hotel al predio Soccer World volverá el miércoles, para arrancar con un entrenamiento a las 10. La variable aparecerá con la libertad de la tarde, por lo cual los jugadores dispondrán de tiempo para recorrer la ciudad o descansar. Claro que en el horario de la cena deberán reencontrarse con todo el grupo.
La metodología de doble turno retornará el jueves, con una sesión en el predio, a la mañana, y otro en el gimnasio del hotel, a las 17. Ya en el último tramo, el viernes se llevará a cabo el segundo partido de preparación, ahora contra la reserva de Belgrano, en el predio de Villa Esquiú, a las 10. Tras el almuerzo, y descanso, los jugadores se sumergirán al gimnasio. A la noche vivirán una actividad especial, dado que se les brindará un asado de despedida en Soccer World.
Para finalizar la estadía en Córdoba, el Granate contará con la mañana libre el sábado, para prestarse a trabajar en el gimnasio del hotel, de 15 a 16.30. Por eso la delegación saldrá a las 18 rumbo al aeropuerto cordobés para emprender el regreso a Buenos Aires.