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Lanús debutó en la temporada con un traspié

Supo remar contra un comienzo adverso, en el que los nervios le jugaron una mala pasada, y con una enorme entrega de energía y una reconstrucción de su performance marcó sus deseos. Con brío revirtió la tendencia y logró acariciar la victoria, pero le faltó el último envión y se topó con un oponente que cerró mejor en el tramo decisivo. Lanús se estrenó en la temporada con una actuación interesante, mientras ensambla este nuevo modelo, pero no le alcanzó para perder 75-70 frente a Racing de Chivilcoy.

Con este resultado, la Academia, que no dispuso de Alejo Barrales, hilvanó su segundo triunfo consecutivo, mientras que el Granate concretó su debut en la competencia con este plantel renovado, al que todavía le resta acoplar a Jorge Banegas, quien aterrizará en breve a la estructura.

La noche se deleitó con la tarea individual soberbia de Emilio Stucky, que la descosió con una tarea integral de 25 puntos (6/9 en dobles, 10/15 en simples), 9 recobres, 3 asistencias; además estuvo secundado por Erbel De Pietro con 16 unidades y 6 rebotes. En el rincón del anfitrión sobresalió Santiago Bruera con 13 puntos y 8 recobres.

La Academia dominó mayoritariamente el escenario, de hecho condujo la delantera en el tablero durante una porción enorme del pleito, motorizado en un gran primer cuarto. No obstante, en el cierre del tercer episodio y en el arranque del último, Lanús revirtió la tendencia, tras un enorme esfuerzo para maniatar al rival y llegó tomar una ventaja de 61-55, a falta de 8 minutos. 

Racing recuperó su performance de la mano de un Stucky indetenible en la zona pintada, quien volvió a asumir las responsabilidades y a resolver en las ofensivas, con 7 unidades en ese segmento. Además, en ese tramo decisivo apareció la injerencia de Ortiz (6). A lo que se le sumó una merma en la claridad de construcción de los ataques del Grana, quien se secó y le costó encontrar fluidez. 

El elenco de Chivilcoy fundamentó su imposición en un comienzo arrollador, que se graficó en ese profundo 28-10 del primer capítulo, que se solventó en un aporte furioso de Stucky (12). El local lució con ciertas imprecisiones lógicas de su estreno y de un equipo nuevo, con mucha juventud.

El equipo de Saborido optimizó su rendimiento en el segundo cuarto, con la rotación del banco y una entrada productiva de Zielinsky y una energía alta en lo colectivo. Mientras que Racing se enfrascó en los triples (1/10), también orientado por la protección del oponente de su pintura. En el desenlace, los de Chivilcoy metieron un 5-0 para irse arriba 36-25.

Todo lo que insinuaba Lanús en cuanto a recuperación se cristalizó en el tercer episodio, con una prestación atildada, basada en un cerramiento de su canasto y una gravitación tremenda de Bruera (7 puntos) en ataque, pero sobre todo en la cobertura del aro. Además, Gago y Di Muccio se convirtieron en generadores, sobre todo en transición para engordar las ofensivas globales con un alto 8/11 de campo y 3/5 en triples. La Academia cayó en la telaraña y le costó horrores, por eso el cuarto terminó con el local arriba 53-51.

Lanús 70: Britos 7, Di Muccio 3, Gorosterazú 8, Bledsoe 4, Bruera 13 (fi), Gago 10, Franchino 9, Zielinsky 11, Roveres 5, Marín Lucero 0. DT: Sebastián Saborido.
Racing 75: Gómez Quinteros 9, De Pietro 16, Fernández 3, Ortiz 10, Stucky 25 (Fi);  Peralta 10, Morera 2, Contte Grand 0, Mazzeo 0. DT: Diego D’Ambrosio.
Parciales: 10-28, 25-36, 53-51.
Árbitros: Juan Fernández, Martín Pietromónaco y Franco Buscaglia.
Estadio: Antonio Rotili.

  

 

 

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