Lanús revalidó su excelso andar en el campeonato. Y lo revalidó de manera formidable, en un contexto especial. El clásico ante Banfield sirvió para reafirmar la posición del Grana en la cima de la zona 2, y para alimentar los sueños de la porción más numerosa del Sur. Las expectativas crecen partido a partido al ritmo de un equipo convencido de su libreto.
La atmósfera del Florencio Sola resultó hostil. Pero solo superficialmente. La parcialidad banfileña intentó condicionar al Grana, aunque fue éste quien finalmente impuso condiciones en la tarde de sábado. Lanús se aprovechó de un adversario falto de recursos y lo doblegó en cada sector del campo a través de su ya conocido rendimiento atildado. Además, varias individualidades en altísimo nivel aplacaron cualquier posibilidad del dueño de casa.
En el mediocampo, Iván Marcone se adueñó de todo y funcionó como una escoba perfecta. Con él como referente, Walter Erviti quedó estancado. Iván Rossi, espada principal de la contención contraria, batalló ante el Gordo sin éxito. En ese contexto favorable, Román Martínez y Miguel Almirón generaron supremacía numérica y abastecieron bien a las alas del ataque. Esta tesitura provocó errores en la última línea del dueño de casa, y uno de ellos fue aprovechado por Pablo Mouche para abrir el marcador.
Que el elenco de Julio César Falcioni haya generado inquietudes a Fernando Monetti obedeció exclusivamente a fallas no forzadas del Granate en el segundo tiempo. El departamento creativo de la visita sintió el desgaste del primer tiempo y perdió su bandera, por eso se antojó vital el ingreso de Gonzalo Castellani (quien no jugaba con el primer equipo desde el 5 de septiembre pasado, cuando sufrió su lesión ligamentaria contra Crucero del Norte). A partir de la presencia del enlace, la escuadra de Arias y Guidi ganó consistencia en la faz ofensiva.
Santiago Silva y Claudio Pérez se marcharon anticipadamente a las duchas víctimas de su nerviosismo. Allí radicó la llave para cerrar el primer clásico del campeonato: aparecieron espacios que los hombres más veloces de Lanús aprovecharon. Así llegó el gol que sentenció el pleito, con José Luis Gómez como autor intelectual y José Sand como autor material.
La alegría es total en La Fortaleza. Pero si hay algo que hace distintivo a Lanús es no conformarse con un juego al año. El objetivo máximo, ahora, es la cita contra Atlético de Rafaela.