Atrás quedó la etapa de concentración en Luján y volvió a su hábitat natural. Lanús culminó la pretemporada en Open Door y regresó a los entrenamientos en el Polideportivo “Lorenzo Francisco D´Angelo”, en la mañana del jueves.
La tripulación de Guillermo Barros Schelotto modificó su metodología de trabajo, que en las pasadas dos semanas constó de cuatro turnos, y retomó a la senda de un estímulo. La mayor novedad de la mañana pasó por los refuerzos, Diego Barisone, Matías Fritzler, Fernando Monetti y Facundo Melivilo, que practicaron por primera vez en Arias y Guidi.
El plantel se movió en la cancha número cuatro, donde comenzó con pasadas físicas, continuó con estaciones de ejercicios con pelota y terminó con una propuesta táctica de once contra once. El cuerpo técnico paró dos equipos con la particularidad de una línea a la altura del área grande, la cual sólo podían atravesar tres delanteros y con dos toques ajustar la definición.
En cuanto al aspecto físico, el juvenil Enzo Ortiz trabajó de manera diferenciada por una distensión en el pubis derecho. A partir de esta dificultad, el canterano Ever Barrios se sumó a la plantilla.
Tras las duchas en vestuarios, el lateral Carlos Araujo dialogó con la prensa sobre esta fase de preparación, objetivos y refuerzos. En cuanto al regreso al Polideporivo, el Pipi sostuvo: “Empieza la más lindo para el jugar que es ir soltándose con la pelota y sumando minutos de fútbol”.
A la hora de describir las metas que persigue el Grana, el defensor razonó: “Se fueron jugadores importantes, pero estamos incorporando bien y el equipo tiene una muy buena base, ya que hemos hecho una pretemporada excelente. Contamos con un plantel competitivo, para pelear”.
En cuanto al conocimiento del club de Matías Fritzler y Guido Pizarro, quien estaría pronto a confirmar su retorno, Araujo analizó: “Es importante que sean del riñón de la institución, así como que ya hemos jugado con ellos. Son dos incorporaciones excelentes para el equipo, al igual que Monetti y Barisone”.