La historia se repitió otra vez en esta temporada de la Superliga Argentina: Lanús hizo todo lo necesario para vencer pero se tuvo que conformar con un punto. La performance en San Juan fue buena, pero entre la mala fortuna y la figura de Luis Ardente el marcador se quedó estancado en uno.
El conjunto sanjuanino dominó las acciones en dos momentos puntuales nada más. ¿Cuándo? En los primeros minutos de cada tiempo. El resto del desarrollo quedó en manos de la visita, que se apoyó en su juventud para lastimar.
Gastón Lodico, amén de haber convertido el empate, se erigió en la figura del campo. Marcelino Moreno también aportó soluciones, aunque no pudo finalizar sus electrizantes desbordes. Y Tomás Belmonte, pese a generar un penal en contra, nuevamente dejó en evidencia que es muy inteligente para jugar.
Una de las chances más claras para el Grana llegó por intermedio de Lautaro Acosta. El Laucha, muy afectado por las altas temperaturas sanjuaninas, sacó un disparo furioso dentro del área; la pelota, por insólito que suene, dio en la cara de Luis Ardente. Justamente, el golero verdinegro fue el hombre más determinante del juego. No sólo porque se agigantó ante cada intervención de Lanús, sino porque falló la pena máxima generada por el Toto y que pudo haber desembocado en el 2-1.
La mayoría de los problemas para los hombres de Ezequiel Carboni guardó relación con las pelotas detenidas o aéreas. A raíz de balones largos, de hecho, es que llegó la apertura del marcador en la infancia del duelo, por intermedio de Claudio Paul Spinelli.
En cuanto al aspecto táctico, Lanús nunca se movió de su tradicional 4-3-3. Carboni decidió mandar a Nicolás Thaller debido a que Enzo Ortiz ya había sumado una amonestación; colocó a Leandro Maciel por Lodico para ganar contención en el mediocampo; con respecto a Denis, quiso que dañara con su experiencia luego del desgaste realizado por Bruno Vides.
Walter Gastón Coyette mutó varias veces en el aparato estratégico de su cuadro, virando entre el 4-3-3 y dos líneas de cuatro. Sus modificaciones no alcanzaron para doblegar las intenciones de Lanús, que terminó el compromiso con nueve jugadores surgidos de sus divisiones inferiores. Los resultados no aparecen, pero la idea se ve.
Y, poco a poco, crece. Paciencia.
El conjunto sanjuanino dominó las acciones en dos momentos puntuales nada más. ¿Cuándo? En los primeros minutos de cada tiempo. El resto del desarrollo quedó en manos de la visita, que se apoyó en su juventud para lastimar.
Gastón Lodico, amén de haber convertido el empate, se erigió en la figura del campo. Marcelino Moreno también aportó soluciones, aunque no pudo finalizar sus electrizantes desbordes. Y Tomás Belmonte, pese a generar un penal en contra, nuevamente dejó en evidencia que es muy inteligente para jugar.
Una de las chances más claras para el Grana llegó por intermedio de Lautaro Acosta. El Laucha, muy afectado por las altas temperaturas sanjuaninas, sacó un disparo furioso dentro del área; la pelota, por insólito que suene, dio en la cara de Luis Ardente. Justamente, el golero verdinegro fue el hombre más determinante del juego. No sólo porque se agigantó ante cada intervención de Lanús, sino porque falló la pena máxima generada por el Toto y que pudo haber desembocado en el 2-1.
La mayoría de los problemas para los hombres de Ezequiel Carboni guardó relación con las pelotas detenidas o aéreas. A raíz de balones largos, de hecho, es que llegó la apertura del marcador en la infancia del duelo, por intermedio de Claudio Paul Spinelli.
En cuanto al aspecto táctico, Lanús nunca se movió de su tradicional 4-3-3. Carboni decidió mandar a Nicolás Thaller debido a que Enzo Ortiz ya había sumado una amonestación; colocó a Leandro Maciel por Lodico para ganar contención en el mediocampo; con respecto a Denis, quiso que dañara con su experiencia luego del desgaste realizado por Bruno Vides.
Walter Gastón Coyette mutó varias veces en el aparato estratégico de su cuadro, virando entre el 4-3-3 y dos líneas de cuatro. Sus modificaciones no alcanzaron para doblegar las intenciones de Lanús, que terminó el compromiso con nueve jugadores surgidos de sus divisiones inferiores. Los resultados no aparecen, pero la idea se ve.
Y, poco a poco, crece. Paciencia.
