¿Tenés una mezcla de alegría por la victoria y bronca por la expulsión?
Estoy muy contento con el triunfo. Estos partidos se tienen que ganar como sean y creo que todos los veíamos así. Para mí, la expulsión no fue justa pero la compensamos con las dos de ellos y el penal a nuestro favor.
Lo que no logro entender es porqué me sacó la primera amarilla donde yo solamente le discutí que marca la línea de la barrera en un lugar y después del conflicto entre Noir y Benítez, la pone un metro más atrás y a la pelota en el mismo lugar. Así provocó una jugada peligrosa que pudo terminar con un gol de Banfield.
¿Lo jugaste como un hincha?
Sí, no hace falta que repita que soy hincha del club, es algo que lo llevo adentro. A veces me equivoco porque la pasión me juega en contra, pero es algo que tengo que aprender a manejar.
¿Creés que hicieron la diferencia al estar más firmes atrás?
Fue un partido golpe por golpe, ellos tuvieron más posesión del balón peor fueron menos profundos y nosotros de contra golpe los lastimamos más y tuvimos muchas posibilidades de convertir varias veces. Aunque sé que mi gesto del final estuvo de más, también el arbitro vio cuando Erviti me insultaba y a él no lo expulsó. No sé cual fue el criterio que usó ya que se supone que los insultos deben sancionarse con tarjeta roja.
Con Walter soy amigo, es algo que queda dentro de la cancha, aunque en el momento te da mucha bronca. Lo comprendo porque sé que él siente por Banfield lo mismo que yo por Lanús. Para mi ya pasó, queda todo dentro de la cancha. Ahora sólo queda festejar y prepararnos para el partido con Boca.
¿Este fue un partido distinto?
Obviamente, lo jugamos de esa manera. Los clásicos son partidos aparte y nos llevamos una victoria merecida. Aunque me da bronca perderme el partido del próximo fin de semana, en especial porque para mí fue injusta y cualquiera puede chequear que sucedió cuando me sacó la primera amarilla.