El Granate redondeó una actuación muy positiva, basada en un ritmo de posesiones furioso y la inteligencia para detectar las falencias del rival en la zona pintada, dado que Pergamino perdió en la pelea de la talla a pesar del esfuerzo colectivo para doblar en la llave.
El dueño de casa alcanzó la friolera suma de 101 puntos, con ocho hombres que aportaron arriba de siete puntos y una buena efectividad, sobre todo en dobles (63%). Claro que el faro fue Sebastián Chaine, que gravitó no solo en su producción de anotación con 25 puntos, sino con la liberación de espacios a sus compañeros que se tradujo en 5 asistencias para un pivote de 2.06 metros. Pergamino implementó durante gran parte del partido una zona para proteger su pintura y le costó contener a Chaine, que cuando no resolvió, abrió para los tiradores o los cortes al canasto.
Y en los tramos en que el equipo de Julián Pagura lo puso en aprietos, como ese parcial 13-0 del tercer cuarto, Lanús halló en Juan Kelly los recursos tanto de triples (2/6), como de juego aclarado. Por el rincón de Pergamino, Palacios funcionó a pleno, lideró, se cargó al hombro responsabilidades de anotación en tramos de sequía. Mientras que la gran usina anotadora fue Benjamín Levato con 27 unidades (4/7 en triples) y que le agregó una cuota de esfuerzo para defender cerca de su aro.
En líneas generales, el Granate ejecutó un dominio de la escena, todos produjeron, con lapsos de mucha solvencia de la segunda unidad cargada de jóvenes. Así como el visitante padeció la ausencia de una referencia potente en el juego interior.