Inmerso en una semana atípica por la ausencia de competencia oficial, el Granate disfrutó de buenas noticias en la jornada del martes. Los defensores Marcelo Herrera y José Luis Gómez saltaron al césped tras varios días de sesiones exclusivas en kinesiología.
El caso del zaguero despierta una mayor satisfacción, ya que volvió a trotar después del traumatismo de cráneo sufrido en el cotejo con Boca, el domingo 10 de septiembre. Tras cumplimentar un largo reposo total y diversos estudios para determinar su recuperación, Herrera recibió el alta para iniciar su rehabilitación física.
La actividad del plantel comenzó en el campo ocho del polideportivo, donde el preparador físico Diego Ossés delineó seis estaciones como activación general, que incluyó diversos propuestas como ligas, vallas, colchonetas, pelota medicinal, steps y trayectos de velocidad.
En la continuidad del entrenamiento, el cuerpo técnico desarrolló un ejercicio de posesión de balón, en la cancha cinco, en el que se enfrentaron doce contra nueve en un cuadrado de 50×35 metros. Después surgió en escena un fútbol en espacio reducido particular, ya que se midieron dos elencos de cinco players, con seis jugadores como apoyo cada uno. Esta tarea dispuso como peculiaridad que uno de los elencos atacó contra dos arcos normales, mientras que el otro definió a tres arcos pequeños.
Por último, esos diez futbolistas que menos minutos de competencia acumularon continuaron con ese enfrentamiento, ya sin apoyos, al unísono que los que actuaron de titulares en La Plata se prestaron a la flexibilidad.
Por otra parte, el mediocampista Román Martínez presenta un esguince del ligamento interno de la rodilla izquierda y junto a Marcelino Moreno estuvo en kinesiología.
Recuperando soldados
