Venía con el grito atragantado, un semestre pasado con poca comunicación con la red, pero en la tarde soleada de Quilmes el Tanque cargó a pleno su boca de gol para permitir una victoria importante, que posibilitó comenzar esta nueva aventura de manera positiva. Con el tanto de Santiago Silva, Lanúsconsiguió imponerse 1-0 frente al Cervecero, en el primer partido del nuevo campeonato del fútbol argentino.
En el marco de un juego trabado e intermitente, el local acaparó el dominio territorial del partido en los primeros veinte minutos. Empero, el equipo de Falcioni no encontró dispositivos para generar peligro. En ese contexto de dificultad para Lanús, que no supo como conectar las líneas y careció de prolijidad en el traslado, apareció una chance clara con el remate de media distancia de Benítez, que Assmann, a los 5 minutos.
El Granate logró amoldarse a un estado de campo irregular y en el meridiano de la primera etapa mejoró su andamiaje. Benítez y Velázquez construyeron un buen tándem por la izquierda, mientras que Ayala se calzó el traje de fundamental con sus ejecuciones a balón detenido. Desde esa vía se suscitaron las opciones más riesgosas, como una palomita de Gómez, en el área chica, que salió muy cerca a los 25.
Tras las charlas en vestuarios, la tripulación de Barros Schelotto saltó al terreno con mayor determinación y una postura más marcada de adueñarse de la pelota. Esta tendencia se tradujo en la red, ya que Silva anticipó en el primer palo a un centro de Velázquez desde izquierda e abrió el marcador a los 8 minutos.
Benítez armó una jugada a pura habilidad por izquierda y luego de desbordar entregó el pase atrás para la llegada de Ayala, que disparó fuerte al lado de palo derecho, a los 10. El paraguayo tuvo otra ocasión en un tiro libre que besó el travesaño, a los 18.
El Granate aminoró su marcha, tal vez por el cansancio del esfuerzo, lo que provocó un retraso de sus líneas. Quilmes adquirió más posesión, pero chocó siempre con una sólida estructura defensiva, a excepción de un córner que pasó por toda la meta a los 24.
Apostado al contraataque, Lanús pudo ampliar cifras en dos situaciones muy nítidas, la primera en una definición displicente de Benítez, tras un rebote, a los 27 y la segunda con una entrada en soledad por derecha de Melano, que definió apenas afuera del primer caño, a los 46.