Anoche habrá sido uno de los partidos más trabajosos de Martín Campaña. El guardameta de Defensor Sporting agigantó su figura en el Sur bonaerense. Solo por él Lanús no consiguió la victoria. Pese al empate (0-0), el Granate hizo un grandísimo partido y demostró que tiene argumentos para conseguir la clasificación en Montevideo.
Desde el nacimiento del juego quedó en evidencia la diferencia de dinámica entre un cuadro y otro. El local presionó siempre en campo uruguayo e inquietó con interesantes toques en ¾. El Pampu González, de noche errática en cuanto a la eficacia mas siempre desequilibrante, tocó varias veces la puerta de Defensor. Sin embargo, Campaña resultó ganador en todas las pulseadas disputadas contra el juvenil delantero. Además colaboró habitualmente Ayala, quien se desempeñó como lateral derecho de manera correcta.
Nicolás Aguirre y Román Martínez contribuyeron poco en la faz ofensiva del elenco argentino. Igualmente, su performance táctica fue encomiable, ya que obstruyeron y anularon por completo a Brian Lozano y Felipe Rodríguez, las figuras principales violetas. ¿El sector de contención del mediocampo? Del Grana, gracias al enorme Fritzler. El Polaco, de corte certero y salida clara, maniató sin inconvenientes a los motores del adversario, Mauro Arambarri y Matías Cardacio.
En este contexto de dominio y oportunidades claras (con un tiro en el travesaño incluido), Lanús sufrió una merma en su andar. De todas formas no sufrió, porque llegó atosigando a Defensor Sporting, que solo intentó molestar con disparos de media distancia. Esta vez no pudo lastimar con balones detenidos, una de sus fórmulas preferidas, pero encontró en Di Renzo y Almirón dos cartas de peligro notable.
“Nos faltó contundencia cuando estuvimos mano a mano con el arquero”, remarcó Guillermo Barros Schelotto. Y es verdad. La serie está abierta como un compás. Existe la ventaja de no haber recibido goles. Todo está por suceder en Montevideo. En Parque Rodó. Donde además del estadio de los Violetas existe un frondoso espacio verde y juegos de atracción. El deseo en el Sur, claro, es que el Granate se divierta allí también.
Desde el nacimiento del juego quedó en evidencia la diferencia de dinámica entre un cuadro y otro. El local presionó siempre en campo uruguayo e inquietó con interesantes toques en ¾. El Pampu González, de noche errática en cuanto a la eficacia mas siempre desequilibrante, tocó varias veces la puerta de Defensor. Sin embargo, Campaña resultó ganador en todas las pulseadas disputadas contra el juvenil delantero. Además colaboró habitualmente Ayala, quien se desempeñó como lateral derecho de manera correcta.
Nicolás Aguirre y Román Martínez contribuyeron poco en la faz ofensiva del elenco argentino. Igualmente, su performance táctica fue encomiable, ya que obstruyeron y anularon por completo a Brian Lozano y Felipe Rodríguez, las figuras principales violetas. ¿El sector de contención del mediocampo? Del Grana, gracias al enorme Fritzler. El Polaco, de corte certero y salida clara, maniató sin inconvenientes a los motores del adversario, Mauro Arambarri y Matías Cardacio.
En este contexto de dominio y oportunidades claras (con un tiro en el travesaño incluido), Lanús sufrió una merma en su andar. De todas formas no sufrió, porque llegó atosigando a Defensor Sporting, que solo intentó molestar con disparos de media distancia. Esta vez no pudo lastimar con balones detenidos, una de sus fórmulas preferidas, pero encontró en Di Renzo y Almirón dos cartas de peligro notable.
“Nos faltó contundencia cuando estuvimos mano a mano con el arquero”, remarcó Guillermo Barros Schelotto. Y es verdad. La serie está abierta como un compás. Existe la ventaja de no haber recibido goles. Todo está por suceder en Montevideo. En Parque Rodó. Donde además del estadio de los Violetas existe un frondoso espacio verde y juegos de atracción. El deseo en el Sur, claro, es que el Granate se divierta allí también.