Insmicuido en este periodo sin actividad oficial, Lanús desarrolló un intenso entrenamiento el martes, a la mañana, en Arias y Guidi.
La tripulación de Jorge Almirón aprovecha estas semanas sin competencia para afinar conceptos y buscar el mejor estado de forma.
La jornada comenzó en la sala de conferencias, donde el cuerpo técnico exhibió un análisis por imágenes de los rendimientos ante Olimpo y River Plate, que se extendió por veinticinco minutos.
Tras esa fase, la plantilla se trasladó el campo ocho del polideportivo, ya que el preparador físico Diego Ossés diagramó un calentamiento dirigido con conducción de balón como concepto principal, que se ramificó en variantes como coordinaciones, pases, frenos, aceleraciones y cambios de frente, durante veinte minutos.
En la continuidad de la práctica, la acción se transmutó a la cancha cinco con un ejercicio de posesión de pelota, con el enfrentamiento de doce versus diez. Luego se dividió el terreno en cuatro sectores para preseguir con la tenencia del balón, por lo cual en cada cuadrado se disputaron el esférico cuatro contra dos y aquel que perdía debía recuperar con un pique de veinticinco metros.
Para finalizar, el cuerpo técnico preparó un fútbol en espacio reducido, en el que se midieron dos combinados de siete, en un terreno de 35×30 metros. En esta propuesta se implantaron cuatro arcos pequeños, lo que estimuló a la atención para defender dos vallas.
Por su parte, Diego Braghieri, Alejandro Silva y Germán Denis trabajaron de manera diferenciada en el campo, bajo la supervisión de los kinesiólogos por diferentes molestias. El zaguero con un dolor muscular en el recto anterior izquierdo, el uruguayo por una gonalgia en la rodilla derecha y el atacante por algunas secuelas del esguince de rodilla derecha.
La tripulación de Jorge Almirón aprovecha estas semanas sin competencia para afinar conceptos y buscar el mejor estado de forma.
La jornada comenzó en la sala de conferencias, donde el cuerpo técnico exhibió un análisis por imágenes de los rendimientos ante Olimpo y River Plate, que se extendió por veinticinco minutos.
Tras esa fase, la plantilla se trasladó el campo ocho del polideportivo, ya que el preparador físico Diego Ossés diagramó un calentamiento dirigido con conducción de balón como concepto principal, que se ramificó en variantes como coordinaciones, pases, frenos, aceleraciones y cambios de frente, durante veinte minutos.
En la continuidad de la práctica, la acción se transmutó a la cancha cinco con un ejercicio de posesión de pelota, con el enfrentamiento de doce versus diez. Luego se dividió el terreno en cuatro sectores para preseguir con la tenencia del balón, por lo cual en cada cuadrado se disputaron el esférico cuatro contra dos y aquel que perdía debía recuperar con un pique de veinticinco metros.
Para finalizar, el cuerpo técnico preparó un fútbol en espacio reducido, en el que se midieron dos combinados de siete, en un terreno de 35×30 metros. En esta propuesta se implantaron cuatro arcos pequeños, lo que estimuló a la atención para defender dos vallas.
Por su parte, Diego Braghieri, Alejandro Silva y Germán Denis trabajaron de manera diferenciada en el campo, bajo la supervisión de los kinesiólogos por diferentes molestias. El zaguero con un dolor muscular en el recto anterior izquierdo, el uruguayo por una gonalgia en la rodilla derecha y el atacante por algunas secuelas del esguince de rodilla derecha.
