La brújula marca el regreso de la Superliga, así como la posibilidad de iniciar el sello de un estilo propio de Ezequiel Carboni. Por eso, el plantel de Lanús continúa con la intensa preparación en este receso y sumó una nueva sesión de estímulo el jueves, a la mañana, en Arias y Guidi.
La acción de la práctica comenzó en el campo ocho del polideportivo, ya que el preparador físico Héctor Cóceres diagramó un circuito de velocidad y potencia. Para esta tarea se incluyeron diversos elementos como trineos, cinturones, pelota y escalera. Esta actividad se extendió por un periodo de veinticinco minutos.
En la continuidad del entrenamiento, la plantilla se trasladó al verde césped del estadio, donde el entrenador dispuso de un ejercicio táctico. Para este set se midieron dos equipos de once y el técnico marcó las pautas de las distintas situaciones de juego, por lo cual detuvo constantemente con indicaciones y correcciones. Esta propuesta duró cuarenta y cinco minutos. Después llegó el turno de la flexibilidad y elongación.
Nuevamente el mediocampista Leandro Maciel y el defensor José Luis Gómez se movieron de manera diferenciada. El lateral prosigue con su plan de rehabilitación muscular, que persigue el objetivo de fortalecer los grupos musculares de la pierna izquierda, donde sufrió la rotura de meniscos externos. Por su parte, el volante ajusta su recuperación del edema en el gemelo derecho.
Antes del retorno a la Superliga, el Granate afrontará el tercer, y último, amistoso contra Vélez Sarsfield, que se desarrollará el sábado a las 8.30 en la Fortaleza. Asimismo, el plantel dispondrá de jornada libre el domingo, para emprender la recta final hasta el cotejo con Patronato de Paraná.