Lanús no pudo doblegar de manera definitiva la resistencia de Tigre en La Fortaleza. El conjunto dirigido técnicamente por Jorge Almirón buscó por intermedio de todas las vías retener los tres puntos, pero entre la mala suerte y una fatalidad sólo rescató un punto.
Nuevamente a las 14, el campeón del fútbol argentino protagonizó un monólogo. Claro, es que a la visita le costó una enormidad llegar con peligro al arco custodiado por Fernando Monetti, quien pocas veces se vio exigido.
De hecho, el penal (la chance más clara para el Matador) llegó gracias a una maniobra desafortunada de Marcelo Herrera. Carlos Luna, con pura serenidad de goleador, se encargó de abrir la cuenta, aunque rápidamente la justicia se hizo presente.
El Granate tiene un circuito de juego muy aceitado, eso es ampliamente conocido. No obstante, el empate llegó a raíz de una pelota detenida. Sí, tal cual como ante Boca Juniors, Belgrano y Godoy Cruz Antonio Tomba. La jugada preparada fue culminada de gran manera por José Sand.
Sí que reconforta que Pepe haya vuelto a marcar, como lo hizo en el último cotejo como local. Se movió bien de espaldas a los centrales, y generó inconvenientes dándose vuelta y rematando de inmediato en varias oportunidades. Otra vez dio su mejor versión.
Tanto Alejandro Silva como Marcelino Moreno respondieron bien como extremos, generando peligro para una defensa muy laboriosa. También ilusionaron algunas jugarretas de Miguel Almirón. Ellos fueron responsables de que Nelson Ibáñez se vea exigido en varias oportunidades.
Los últimos cinco minutos del partido sí que llamaron la atención. Herrera se retiró lesionado para que ingrese Nicolás Aguirre. Allí fue cuando Almirón decidió innovar y colocar al también ingresado Fernando Barrientos como marcador central, junto a Maxi Velázquez.