La tripulación del Mellizo entrenó en dos grupos, ya que los titulares frente al Lobo se movieron en el gimnasio para llevar a cabo tareas regenerativas. Mientras que el resto de la plantilla saltó al césped de la cancha número cinco, donde el cuerpo técnico dispuso de fútbol en espacio reducido. En esta propuesta, se enfrentaron dos elencos de nueve jugadores, en un terreno de 70 metros, cuya finalidad fue las combinaciones en velocidad.
Tras las duchas en vestuarios, el mediocampista Matías Fritzler aceptó la invitación de la prensa y se prestó al diálogo para compartir sus concepciones. En primera instancia, el nacido en Lomas de Zamora se refirió a las características del partido del domingo, a las 21.30, y sostuvo: “No debería condicionar el normal desarrollo cualquiera actitud del juego pasado. Sabemos que enfrentamos a un rival muy duro y en una cancha muy difícil”.
El blondo palpitó la posible postura de Gimnasia: “Acá esperaron un poco más, pero al estar en desventaja y en su casa se nos vendrán más. Esperemos contrarrestar con nuestra manera de jugar”.
En relación con la particularidad de la despedida de Barros Schelotto, Fritzler opinó: “Es una situación especial, por el cariño que le tiene la gente y el apoyo que le brindamos los jugadores. Una de las razones para que yo vuelva fue porque Guillermo era el técnico, así que intentaremos clasificar a la copa para cumplir el objetivo de poner a Lanús en lo más alto”.