La jornada comenzó en la cancha ocho del predio, donde el preparador físico Diego Ossés diseñó una activación con tareas de movilidad articular de cadera, para luego proseguir con coordinaciones con finalización de gestos técnicos y pases en conducción del balón. Esta primera fase constó de una duración de veinte minutos.
Luego, la plantilla se trasladó a los campos cuatro y cinco, ya que el cuerpo técnico diagramó un intenso circuito, de cuatro estaciones, para lo cual se establecieron cuatro grupos de seis jugadores. De esta manera, en un sector se mecanizó velocidad de aproximación y remate; en otro recepción y centro; mientras que un tercer conjunto definía y regresaba para atacar a un cuatro combinado.
Como último estímulo de la mañana, Jorge Almirón desarrolló un set táctico, en un terreno de 60 x 90 metros, en el que se enfrentaron dos equipos de once. En un primer tramo se centró en movimientos ofensivos, con zonas delimitadas para la amplitud de la cancha, durante diez minutos. Después se modificó la atención a coordinaciones defensivas con consignas como cierre y acortamiento del espacio.
Ya en el epílogo de la práctica, la mayoría del plantel llevó a cabo flexibilidad, mientras que algunos futbolistas se quedaron a realizar tiros libres con barrera.